Posted: 11 Jan 2015 02:45 AM PST
No vamos a desvelar ningún secreto, ni a dar una predicción con visiones sobrenaturales sobre el futuro de cualquier conductor porque eso no está en nuestras manos. Sin embargo, sí existe una teoría sobre la predisposición a sufrir un accidente y que viene a decir que determinadas personas tienen muchos más accidentes que otras en base a ciertos rasgos de personalidad pero si esas cualidades o conductas son corregidas a tiempo podrían evitarse situaciones de riesgo.
El concepto de propensión al accidente de tráfico como factor personal puede que afecte a la conducta y, en consecuencia, a la conducción pero lo que no podemos afirmar es que esa tendencia sea considerada como la única variable independiente que causa el accidente puesto que la probabilidad de verse implicado en un siniestro es multifactorial y parece depender más de las situaciones que de las personas aunque hay que reconocer que muchos conductores además de ser poco respetuosos con la norma, son un peligro.
La conducta, protagonista del suceso
Cuando hablamos sobre el perfil de conductor para clasificar a los conductores en cinco grupos: educados y tranquilos, indiferentes y confiados, sensibilizados y responsables, disconformes y apáticos, impulsivos e impacientes, dejamos claro que las personas que presentan un peor ajuste social, es decir, aquellos: antisociales, incívicos, marginados, violentos, problemáticos, etcétera…, son los más proclives a sufrir incidentes. No obstante, no se puede generalizar puesto que dependerá del hecho y resultado, a no ser que el tipo de incidente sea provocado por conductas claramente transgresoras de la norma.
Por supuesto que existen muchas razones para demostrar qué motivos y actividades desembocan en un siniestro o incidente pero para hacernos una idea sobre el origen de los accidentes de tráfico hay que, primero, desterrar la idea de que éstos dependen del azar y que son sucesos impredecibles y en consecuencia inevitables; y, segundo, la educación y la formación vial como parte importante de la socialización y a su vez necesaria para reducir la siniestralidad vial y sus consecuencias negativas.
Para mayor comprensión, veamos los dos casos expuestos con imágenes. En éste primer vídeo, vemos como el origen del incidente ha sido buscado y con intención, incluso, de provocar los daños. Se trata de un caso de agresividad al volante, donde dos conductores solucionan “supuestamente” sus problemas de tráfico provocando una colisión:
A modo de reflexión: Este tipo de sucesos, ¿son producto del azar e inevitables?
En este segundo caso y segundo vídeo publicado por la DGT, lo añadimos para dejar claro la importancia de la educación y la formación vial para solucionar muchas de las situaciones de riesgo que se producen durante la conducción de nuestro vehículo. El desconocimiento de la norma muchas veces nos lleva a cometer errores. No saber tomar una rotonda, no utilizar los dispositivos de señalización, el exceso de confianza nos puede llevar a originar o coadyuvar cualquier incidente:
A modo de reflexión: ¿qué ha originado este tipo de colisión?, ¿qué maniobra sería la más acertada?
Al hilo de la pregunta que inicia éste artículo, está claro que existen más situaciones de riesgo que personas predispuestas a sufrir un siniestro vial porque, entre otras cuestiones, son muchos los factores que intervienen en la movilidad de las personas, así como tampoco no podemos confundir el destino o punto de llegada con el camino o conducta personal. Por tanto, se pueden construir mejores carreteras, más vigilancia…, pero a modo de reflexión: ¿quién elige el itinerario o camino? ¿quién maneja los mandos del vehículo?, ¿quién decide ir más rápido o más despacio?
Foto | Xiumeteo
Vídeo | ANFBertolin, Alexander Fns
En Circula Seguro | El perfil del conductor: educado, confiado, impulsivo, estresado… peligroso, Cuando cae un rayo sobre el coche
FUENTE: Revista Circula Seguro
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