Nota del Director del Observatorio Segvial Boyacá - OMS. Se
considera muy oportuno y conveniente estudiar y analizar, con rigor urbanístico y
con criterios serios de desarrollo local, este texto (tomado de la Revista Circula Seguro) para que las
ciudades colombianas se inspiren debidamente y diseñen su visión
prospectiva hacia el bienestar colectivo, teniendo prioritariamente en
cuenta la conveniencia general de los ciudadanos, por encima de toda
otra consideración. El tema no es novedoso pero si es muy importante para las ciudades colombianas. Las decisiones que al respecto se tomen pueden ser impopulares y complejas pero los ciudadanos se merecen ciudades sustentables y en equilibrio económico y social. Dejar que la inercia demográfica y las necesidades del día a día impidan los cambios de rumbo urbanístico condenarán las ciudades a retrasos muy graves y de horizonte de muy largo plazo en todas las variables y dimensiones de la vida urbana en cada ciudad.
Ing. de Transportes y Vías Hugo Arias C. - Director del OMS
Ing. de Transportes y Vías Hugo Arias C. - Director del OMS
Contacto: observamoslaseguridadvial@gmail.com
El tráfico en el centro de las ciudades ¿está destinado a desaparecer? *
Posted: 04 Jan 2017 10:17 AM PST
Un
candente tema está ardiendo en los mentideros de la capital: las
restricciones al tráfico que el ayuntamiento de Madrid está imponiendo
para reducir las emisiones contaminantes procedentes de los vehículos.
En
Barcelona también existen las restricciones, pero los debates más
encendidos están en relación a la supermanzana implantada en el barrio
de Poble Nou, y los planes del ayuntamiento de la Ciudad Condal de crear
nuevas supermanzanas que liberen espacio para el peatón y le resten
protagonismo al vehículo privado.
Ambos
no son proyectos pioneros, por novedosos que parezcan, y medidas
similares ya se están adoptando con éxito en ciudades de todo el mundo
(e incluso de España). A pesar de las muchas quejas por parte de los
ciudadanos, los consistorios están decididos a seguir adelante con este
tipo de medidas.
La contaminación de los vehículos, el “nuevo tabaco”
Casualmente
esta semana estamos celebrando seis años de la última Ley Antitabaco de
España, que prohíbe fumar en los bares y restaurantes. Esta ley en su
momento fue recibida con duras críticas por parte de fumadores y por
hosteleros, pero sólo unos años después se ha mostrado como una medida
eficaz y hasta necesaria.
El ejemplo de la Ley Antitabaco no es casual. A los coches se los consideran ya “el nuevo tabaco”. Se estima que al año más de 480.000 personas en Europa y en torno a 7 millones en todo el mundo fallecen debido a la contaminación atmosférica, de la cual el tráfico rodado es responsable en más de un 40%.
“Se
ha conseguido demostrar que el abuso del coche es un riesgo
desproporcionadamente grande para la vida humana, la habitabilidad y el
bienestar no solo de nuestras ciudades sino a nivel global”, dice la
experta en movilidad Esther Anaya. Un riesgo que se hace visible en los
enormes penachos de humo que pueden verse con facilidad en las grandes
ciudades de todo el mundo.
Ante
esta situación, parece claro que se deben de tomar cartas en el asunto,
aunque como ocurrió con la Ley Antitabaco, las medidas puedan ser
impopulares. Por otro lado, aunque algunos tildan de improvisadas y
contraproducentes propuestas como la del ayuntamiento de Madrid, ésta no
es muy diferente a otras que ya se están llevando a cabo desde hace
mucho en ciudades de todo el mundo.
Actualmente, más de 220 ciudades europeas han delimitado zonas de baja emisión
en las que el acceso de los no residentes está prohibido o solo se
permite a los vehículos con menos emisiones de partículas contaminantes.
En algunos casos se han establecido peajes para circular por el casco
urbano.
Y no sólo en “modernas y avanzadas” ciudades europeas; grandes urbes como Teherán o Pekín también han limitado la circulación en algunas de sus grandes avenidas, y capitales sudamericanas como Sao Paulo, Santiago de Chile, Bogotá o Quito emplean de forma prolongada la discriminación de matrículas desde hace años.
Ciudades intransitables
El abuso que se hace del vehículo privado como medio de transporte para desplazarnos dentro de la ciudad, también ha generado infinidad de problemas de movilidad
(los atascos, la falta de aparcamiento, la contaminación acústica, la
falta de movilidad del peatón…) que hace que la vida en las ciudades se
haga cada vez más insostenible.
Muchos ayuntamientos se han decidido a mejorar la movilidad de sus ciudadanos con los denominados Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS),
herramientas para mejorar los flujos internos de la ciudad (motorizados
o no) y que trata de cubrir las necesidades de desplazamiento de los
ciudadanos planteando alternativas de medios de transporte.
Tal como vimos en Circula Seguro, Barcelona se han convertido en un referente (para bien o para mal) con la creación de las supermanzanas,
algo que sin embargo no es nuevo en España y que ciudades como Vitoria o
La Coruña ya lo han puesto en marcha. Incluso Madrid tiene ya
experiencias similares, como el de la peatonalización de la Gran Vía.
Y no sólo las grandes ciudades, sino también las pequeñas y medianas,
pues en éstas el porcentaje de uso del vehículo privado frente al
transporte público es mayor. Los PMUS son cada vez más frecuentes en
ciudades de tamaño medio como Granada y en pequeñas localidades como Don Benito y Villanueva de la Serena.
Las empresas también pueden poner su granito de arena, a menor escala eso sí. Ya comentamos en nuestro artículo sobre los Planes de Seguridad Vial Laboral que las empresas podrían proponer actuaciones a sus empleados como rutas más eficientes para llegar al trabajo, flexibilidad en los horarios para evitar las horas punta o compartir el coche. Permitir el teletrabajo desde casa en determinadas condiciones es otra de las opciones.
Cambio de paradigma en las ciudades
Bien por la excesiva contaminación, bien por los problemas de movilidad, nos encontramos en un punto en el que la vida en la ciudad podría volverse insostenible,
por el simple hecho de que las urbes no fueron diseñadas para acoger
tanta población ni tanto tráfico, y podrían estar cerca del colapso.
Ante la masificación, se hace necesario un cambio de paradigma en nuestras ciudades, donde se sustituya el concepto de tráfico por el de movilidad,
con el fin de ampliar el objeto de análisis (pasar del concepto de
desplazamiento al de la convivencia de todos los ciudadanos) y del
sujeto de estudio (tener en cuenta a todos los ciudadanos: peatones,
usuarios del transporte público, repartidores, niños, personas con
movilidad reducida…).
La consigna final del asunto, tanto de defensores como de detractores, parece estar clara: Expulsar los vehículos del centro y devolver la ciudad a los ciudadanos.
* Fuente: Revista Circula Seguro
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