Posted: 26 May 2012 10:04 AM PDT
Hace tiempo hablamos sobre la distancia de seguridad, el espacio que tenemos que dejar entre vehículos para evitar las colisiones por alcance. Comentamos también sobre la distancia de separación mínima y lo que nos dice el reglamento al respecto. En principio dicha distancia sólo afecta a los vehículos de mercancías y vehículos de más de diez metros olvidándose de los turismos y motocicletas salvo cuando circulemos por tramos donde nos marcan en el suelo con las puntas de flecha o galones el espacio que tenemos que respetar entre vehículos.
Sin embargo, no comentamos nada sobre la servidumbre entre vehículos, la prioridad entre vehículos en fila, la presión del que te sigue por la persistencia en su adelantamiento y el deseo de ser el primero. Una conducta muy extendida sobre todo en carreteras de circunvalación de las grandes ciudades y en carreteras de sentido único con más de un carril. Un peligro originado por unos y soportado por otros con el consiguiente riesgo de verse implicado en un incidente vial por el peligro que supone la aproximación de dos vehículos en movimiento.
No por mucho correr, llegarás más pronto
Puede que sí, en una pista de carreras, en alusión al título de arriba, pero dentro de una vía pública, la decisión de querer llegar cuanto antes no nos da derecho a poner la velocidad por encima de otras preferencias, como la prioridad de paso, por ejemplo. Muchas veces nuestro comportamiento al volante va condicionado por nuestra forma de vida. Sufrimos cualquier contratiempo cuando vamos al trabajo en nuestro coche y queremos recuperar el tiempo como sea. Pues bien, los semáforos de la avenida, el autobús escolar, la señalización de la reciente obra y el resto de conductores, ese día, no nos ayudarán por mucho que queramos. De ahí que la conducta de reducir distancias entre vehículos tampoco ayudará a llegar antes a nuestro destino por mucho que presionemos al de delante.Como viene al hilo de lo que estamos hablando, aprovecho para recordar aquel vídeo emitido por la DGT en una de sus campañas sobre la distancia de seguridad como factor de riesgo donde puede verse como un vehículo circula muy pegado al que le precede…
¿Por qué te pegas a ese coche?, para acosar, para meterle miedo
Crees que la carretera es tuya
Te sientes poderoso y él asustado pero si frena os matáis los dos, acuérdate de esto cada vez que te pegues al de delante
Elige tu razón para respetar la distancia de seguridad
Por consiguiente, la norma establece que todo vehículo que circule detrás de otro tiene que hacerlo a una distancia que le permita detenerse en caso de frenado brusco sin colisionar con él. Entonces, sabiendo esto, ¿cómo hay conductores tan impacientes?, ¿acaso solucionan algo con pegarse tanto al vehículo que le precede? Yo diría que no. Es más, con su acción pueden provocar una colisión por alcance o poner nervioso al conductor del vehículo que va delante. Imaginaros que frena de repente tras observar la presencia de un animal suelto en la calzada o simplemente por la existencia de vehículos detenidos en el mismo carril por imperativos del tráfico.Otra situación bastante habitual: vamos por el carril de incorporación para acceder a una vía principal y por nuestro retrovisor interior vemos a un conductor impaciente que se nos pega por detrás de manera desafiante. Todo ha transcurrido en cuestión de segundos y además parece molestarle que vayamos delante. Nuestro protagonista impetuoso quiere, por todos los medios, apartarnos de su camino para demostrar que su coche corre más. Posiblemente va acompañado de su piva y en plan orgulloso le estará comentando su punto de vista sobre la relación que existe entre una buena carretera y un buen vehículo.
Puede ocurrir que debido a esa escasa formación vial que recibimos en su día habría que añadirle la falta de información sobre las nuevas normas que van surgiendo en materia de seguridad vial así como también sobre los últimos avances en tecnología del automóvil. Lo ideal sería que cada cierto tiempo hubiese que realizar unos cursos de actualización y prevención vial y así, de paso, poder contribuir a evitar o minimizar los riesgos al volante. Conocer nuestro comportamiento, la reacción ante un peligro y las prestaciones de nuestro vehículo es pieza clave en seguridad vial.
Y recuerda, a mayor velocidad más espacio se recorre antes de poder detener completamente el vehículo. Por tanto, no te pegues tanto al de delante.
Fuente: Revista Circula Seguro
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