La primera vez que se utilizaron ledes en los vehículos fue en su interior, sustituyendo a las bombillas de incandescencia que retro iluminan el panel de instrumentos y que con frecuencia se fundían. Precisamente una de las ventajas que presentan frente a las de filamento es su duración, estimada en aproximadamente 100.000 horas (unos 20 años con un uso normal) frente a las 5.000 horas de media que tienen de vida las ya cada día más obsoletas lámparas convencionales.
Esto las convierte en prácticamente un elemento que no necesita ser cambiado durante la vida útil del vehículo salvo error de fabricación o que se estropee por un exceso de temperatura, la cual tiene una incidencia muy negativa sobre los dispositivos led.
El siguiente paso en el uso de los ledes en los automóviles fue, curiosamente en las motocicletas, concretamente en las luces traseras aunque ya se habían podido ver en los intermitentes un poco antes. Aprovechaban otra de sus ventajas que aunque en un coche no se note, en uno moto cobra vital importancia y es su contenido peso. Las luces de posición, situadas en el colín, desplazan el centro de gravedad de la moto, algo que no ocurre de forma tan acusado si las cambiamos por led cuyo peso es inferior para la misma cantidad de luz.
Aquí aparece otra de sus ventajas: la cantidad de luz que emiten y el aprovechamiento de la energía y con ello, su menor consumo. Valga como ejemplo que una luz led aprovecha entre el 80% y el 90% de la energía para iluminar mientras que sólo se pierde el 10-20 % en calor. En una bombilla convencional ocurre justamente lo contrario y más del 80% lo perdemos en forma de calor.
Y entonces llegaron a los automóviles en primer lugar para las luces diurnas y las de posición y freno traseras, dependiendo del enfoque del vehículo: en el Toyota Prius por su bajo consumo que permite ganar autonomía en la batería, en los BMW, Mercedes y Audi de alta gama precisamente para diferenciarse como berlinas de alto poder adquisitivo y que ya, desde lejos, se apreciasen de forma diferente.
En las luces diurnas por ejemplo aprovecha otra de sus características y no es otro el haz de luz de los ledes es fácilmente dirigible a donde nos interese y además no pierden potencia con las reflexiones. Por ello los anteriores sistemas de iluminación casi no se aprecian lateralmente. Además, al ir continuamente encendidas su bajo consumo no redunda en el gasto de gasolina.
Por último volvemos a encontrarnos a las motocicletas como las primeras en utilizar sistemas completos de iluminación por ledes, concretamente en la Ducati Panigale donde tanto sus luces de posición, cruce y carretera recurren a sistemas de ledes que pronto se empezarán a ver también en los automóviles en detrimento de las luces de xenón actuales.
Diccionario de sistemas de seguridad del automóvil
Luces led
También denominado:
N/A
Nota: aunque hace años lo correcto era escribir LED, la RAE ya ha recogido la lexicalización de la palabra y por ello se escribre led. De igual forma, el plural es ledes al igual que el de red es redes.Relacionado con:
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