Posted: 31 Oct 2013 03:48 AM PDT
Michelin ha presentado un ambicioso proyecto a largo plazo dirigido a los conductores más jóvenes, esos que están en la franja de edad de entre 18 y 25 años. El Plan Joven de Seguridad Vial, a través de la campaña Crash Attack pretende hacer llegar a esos conductores la importancia de la seguridad vial a través de unas curiosas experiencias, y mediante una imagen bastante novedosa a la hora de establecer la comunicación.
La seguridad vial es para todos, pero en especial es importante que la tenga presente el colectivo de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, los más jóvenes, los que empiezan a conducir y tienen toda la vida por delante, y no tantas preocupaciones como las personas de algo más edad. Este colectivo concentra no solo la juventud, sino el ímpetu y un cierto sentimiento de “poder” que es necesario, pero que en ocasiones supone tomar riesgos innecesarios al volante.
Imagen retro para una conciencia vial que entre por los ojos
La campaña comienza este 4 de noviembre y finalizará en 2015, y en ese camino de tres años se recorrerán un conjunto de universidades seleccionadas en las que se llevarán a cabo las diferentes actividades para que los jóvenes estudiantes experimenten en primera persona, pero sin riesgos, cómo afecta a nuestros reflejos y a nuestras condiciones psicofísicas el alcohol y las drogas, cómo nos protege el cinturón de seguridad y cómo las distracciones nos hacen prácticamente inútiles para cosas tan “sencillas” como la conducción (nótese las comillas en ‘sencillas’, por si acaso aclaro que se trata de ironía total y absoluta).
Serán 20 centros universitarios recorridos en esos tres años, que se dividirán en 5 slots temporales. El primero de ellos será este mismo mes de noviembre visitando las universidades de Almería (4 al 7 de noviembre), León (11 al 14), Valladolid (18 al 21) y Burgos (25 al 28), y posteriormente se confirmarán las universidades que participen en el evento, pero ya se sabe que las fechas serán lo menos intrusivas posible. Serán siempre en los meses de marzo/abril y octubre/noviembre, para coincidir con fechas de poca carga para los estudiantes.
La campaña gira en torno a tres puntos clave de seguridad vial: conciencia sobre el alcohol y las drogas, conciencia sobre las distracciones al volante y conciencia con respecto a la velocidad. Para meterlo todo en un contexto amigable, o al menos más afín a la personalidad de los jóvenes, se ha creado un comic de terror protagonizado por unos “locos al volante” que ponen en peligro su vida y la vida de los demás. La imagen está ambientada en la típica de las películas de serie B de los años 50, y tanto los personajes como la cartelería toman ese inconfundible espíritu.
Las actividades son interesantes también: desde las gafas que simulan un nivel alto de alcoholemia (y que un servidor probó y constató que es como si me hubiese tomado unas cuantas copas de vino, llegando al punto de marearse uno de forma genuina tras llevarlas puestas un buen rato) y que nos hacen difícil cualquier movimiento de cierta precisión, pasando por el simulador de vuelco o el simulador de conducción y el scalextric.
El simulador de vuelco nos permitirá experimentar cómo es esa sensación, pero sobre todo nos hará ver con claridad cómo el cinturón de seguridad nos protege, nos sujeta y evita que nos quedemos encajonados en el techo del coche. Es una experiencia muy gráfica, os lo aseguro. Con el scalextric comprobaremos que enviar o leer un whatsapp, recibir una llamada de teléfono o un email significa perder el control del coche, literalmente. Con el simulador (un Mini tamaño real con habitáculo estándar, pero adaptado para “conducir” en una pantalla gigante) veremos que cuestiones como las presiones de los neumáticos, su mantenimiento, el alcohol o condiciones cambiantes de las condiciones de circulación nos obligan a tomar diferentes medidas (en el caso del alcohol, la medida debe ser parar).
También estará presente una carpa con un trivial para poner a prueba los conocimientos que los participantes creen tener, y juntando todas estas actividades en el llamado Pasaporte de Seguridad, los participantes entrarán en el sorteo de la matrícula anual en la Universidad (con un importe máximo de 1.500 euros), un incentivo que seguro interesará a muchos jóvenes, y con razón. Con todo, la campaña esperamos que sea un éxito de participación y se consiga meter un poco la patita en un colectivo complejo, poco accesible y algo permeable a las campañas de seguridad vial, aunque paradójicamente deberían ser uno de los grupos más concienciados al respecto.
Fuente: Revista Circula Seguro
EN BOYACÁ: FOMENTAMOS LA CULTURA VIAL PARA PROTEGER LA VIDA DE TODOS
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