Posted: 01 Apr 2012 06:53 AM PDT
Guanver es un curioso invento nacido a partir de una iniciativa de unos aficionados al ciclismo. Su nombre combina las palabras “guante” y “ver”, y constituye la esencia de este elemento de protección: son unos guantes similares a los que emplean los ciclistas para manejar sus vehículos, pero incorporan un espejo retrovisor para ver cómodamente los vehículos que les siguen.
Sus valedores, “amantes del ciclismo con una necesidad imperiosa de cubrirse las espaldas”, según se definen a sí mismos, esgrimen los datos de siniestralidad de los ciclistas en la carretera, especialmente en las carreteras secundarias y en adelantamientos por otros vehículos, para expresar la vulnerabilidad del colectivo, y presentan el guante Guanver como una alternativa a otras soluciones habituales.
¿Se puede usar un retrovisor convencional en una bicicleta? Evidentemente, sí. Pero según explican los diseñadores de Guanver, hay razones tanto estéticas como prácticas que hacen poco recomendable el uso de un retrovisor normal y corriente en una bici. Además de ser un elemento frágil, cuentan que ha habido muchos ciclistas que se han hecho daño con la varilla del espejo al sufrir una caída.
Visto así, otra de las soluciones habituales, que es la que emplean con frecuencia los ciclistas que circulan en bici de competición, consiste en mirar hacia atrás de forma directa. Pero esta tampoco es una buena opción, ya que el gesto de mirar hacia atrás puede suponer desviarse unos 45 grados de la trayectoria marcada por la inclinación que adopta el cuerpo, que acaba guiando al vehículo.
En la mayoría de los casos la desviación se produce hacia la izquierda, con la consiguiente invasión bien de la calzada o, circulando ya por esta, bien del sentido contrario. Y si la desviación es hacia la derecha, puede suponer una salida de la vía. Se mire como se mire, circular mirando hacia atrás constituye un riesgo vial para el que desvía su atención de la carretera.
Además, si la circulación de los ciclistas se realiza en grupo y uno de ellos mira hacia atrás para observar el tráfico o el resto de los compañeros de ruta, puede haber una caída múltiple ocasionada por la desviación de la trayectoria. No, mirar hacia atrás de forma directa no parece una buena idea.
Siendo así las cosas, este grupo de aficionados a la bicicleta crearon el guante con espejo integrado. En la actualidad, el guante se fabrica con procesos mecanizados y el soporte del espejo se emplaza con termosellado mecánico. Finalmente el espejo se coloca de forma manual en el soporte y es desmontable, con lo que lavar los guantes no supone un problema.
Como ciclistas que son sus artífices, lo han probado y aseguran que el invento funciona (como es lógico que digan, por otra parte). Pero no sólo ellos están contentos con el Guanver, sino que todo parece indicar que la comunicación boca a oreja les puede ayudar a extender la idea, ya que la insólita prenda de protección despierta el interés de los ciclistas que lo ven cuando sus inventores lo usan.
Bien mirado, el guante recuerda un poco la propuestas del espejo retrovisor TRSI, una de esas ideas pequeñas que sin embargo pueden resolver problemas de cierta relevancia. Los últimos datos de la DGT hablan de tres millones de españoles que utilizan a diario la bicicleta para algún desplazamiento. Todo lo que sea mejorar la seguridad de los ciclistas en la carretera, bienvenido sea.
* Fuente: Revista Circula Seguro.
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