Posted: 21 Aug 2013 12:52 AM PDT
Una vez más el tranvía de Parla copa las portadas de la prensa, esta vez por un “desvío” de 122 millones en el presupuesto según citan algunos medios de comunicación. Cabe preguntarse que se define como desvío, que generalmente alude a aquellos aumentos de coste que se producen en el fase de construcción de la obra como los ocurridos con la estación de Sol, y lo que es simplemente un problema de naturaleza financiera como ocurre en este caso.
Las infraestructuras no se pagan en efectivo
Ninguna obra se paga tirando de caja: todos los proyectos, sean de naturaleza pública o mediando mecanismos de colaboración público-privada se financian a través de préstamos obtenidos de entidades financieras de manera similar a como cualquier familia puede financiar una obra en casa.La diferencia fundamental entre un proyecto de financiación pública y otro de financiación mixta reside en que el proyecto de financiación pública capta capital con emisión de deuda a largo plazo (bonos a 10, 20 o 30 años) mientras que el mixto obtiene el dinero vía bancos. En ambos casos el tipo de interés al que se paga ese préstamo lo decide el mercado, ya sea a través de ese familiar que de vez en cuando viene a pasar unos meses, la prima de riesgo, o vía tipos de interés comercial.
Cuando compramos una casa y suscribimos una hipoteca las cuotas las definimos en función de las previsiones de ingresos que vamos a tener. En una obra pública es similar, la financiación se ajusta a los ingresos previstos por demanda y por tarifa técnica. ¿Qué pasa si esos ingresos cambian y no podemos hacer frente a los pagos? Lo mismo que pasaría en una familia si el sostenedor fundamental acaba en el paro: que hay que refinanciar.
Esta refinanciación puede tener un resultado positivo si los tipos de interés están a un nivel inferior al que estaban en el momento de suscribir la línea de crédito, o pueden tener un efecto muy negativo como ocurre en la actualidad donde se incrementa de forma muy importante el monto total a pagar por culpa del aumento del total de intereses pagados por alargar el plazo de devolución de la deuda. La situación es particularmente grave en los consorcios público-privados y en aquellas administraciones que no pueden emitir deuda, como los Ayuntamientos, ya que se encuentran entre la espada y la pared: coger el dinero y multiplicar varias veces el total de intereses y la duración del préstamo o bien dejar de prestar el servicio.
Cuando la obra la promueve una comunidad autónoma o el Estado (ya sea directamente o de forma mixta), la solución es más sencilla ya que el ente responsable en extremo puede emitir deuda y diluir ese aumento de costes entre otras partidas y a lo largo de varios ejercicios presupuestarios.
Tranvía en Parla
¿Qué está pasando en Parla?
Que el Tranvía de Parla es el metro ligero más eficiente, económico y con mayor demanda de todos los construidos en Madrid está fuera de toda duda. ¿Por qué esta siempre en las portadas?La respuesta a esta pregunta es sencilla. Mientras que el resto de tranvías de nuestra región están avalados indirectamente por la Comunidad de Madrid, el de Parla está avalado por una administración que tiene dificultades objetivas para financiar una obra de este calibre. No es un problema exclusivo de Parla: ningún ayuntamiento (saneado o no) tendría la posibilidad de hacer frente a una obra así en solitario, simplemente son muchos millones.
A diferencia del metro ligero de Boadilla, que recibe una aportación del gobierno regional por encima de los 4,50 euros por viajero transportado, en Parla la compensación que el Consorcio paga por cada usuario no supera los 90 céntimos de euro. Esto hace imposible cofinanciar vía tarifa técnica el tranvía de Parla, teniendo que depender totalmente de los ingresos del ayuntamiento y de su capacidad para asumir los pagos.
La excusa del Consorcio para no financiar el tranvía se basa en que no es una obra que afecte a varios municipios. Curiosa respuesta cuando históricamente se han financiado ampliaciones del metro dentro del municipio de Madrid e incluso, a la vez que Parla hacía su tranvía, desde el Consorcio se avaló y financió la construcción de la línea ML1 que discurre íntegramente entre barrios madrileños.
Como Parla no puede emitir deuda pública tiene que recurrir a las entidades financieras para refinanciar el Tranvía. Y como hemos adelantado antes, la refinanciación actualmente supone multiplicar los intereses y el coste final de la obra. Aun así, con este incremento hasta los 122 millones de euros de los costes financieros esta infraestructura sigue siendo de las más económicas de su tipo y la de mayor rentabilidad social.
Fuente: ecomovilidad.net
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