Por. Dr. Hugo Vidal Fernández ( Consejero Directivo del ISEV)
La pregunta formulada en el título de esta nota, se encuentra íntimamente vinculada con la definición misma de “crisis”, que según el diccionario real de la academia española en su primera acepción plantea lo siguiente: “Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse”.
Tomo el término “crisis” porque fue el utilizado por la Asamblea General de la Naciones Unidas allá por mayo del año 2003 en su Resolución 57/309 a la que titulaba como: “Crisis de seguridad vial en el mundo”, donde daba cuenta del “...rápido aumento en todo el mundo del número de muertos, heridos y discapacitados por accidentes de tráfico”.
Hoy
a nueve años y medio de aquella declaración me pregunto: ¿Estará la
seguridad vial en la crisis positiva (que apunta a la salud) o seguirá
estando en la crisis negativa (que tiende a la enfermedad)?.
El
“termómetro” mundial que se generó en el año 2009 para conocer la
situación o los síntomas que esta enfermedad vial tenía, lo constituyó
el “Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial”
publicado por la OMS, donde desde el propio título se vislumbraba que
pocos estados habían comenzado a administrar la “medicación necesaria”
ya que el título del informe planteaba en forma imperativa: “ES HORA DE PASAR A LA ACCION”.
Un año después en marzo de 2010, una nueva Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (64/255) vuelve a expresar su “preocupación
porque sigue aumentando el número de muertos y heridos como
consecuencia de accidentes de tránsito en todo el mundo, en particular
en los países de ingresos bajos y medianos, y teniendo presente que la
tasa de letalidad en las redes viarias es considerablemente mayor que la
tasa de letalidad en otros sistemas de transporte, incluso en los
países de ingresos bajos.”, lo que podemos tomar como otro indicador que la “enfermedad” aún continuaba sin que sus síntomas encontraran mejora alguna.
Fue
este diagnóstico el que llevó en gran medida a que las Naciones
Unidas tome una iniciativa más enérgica y pase a indicar un Plan
concreto y medible a poner en práctica, el que se conoce como Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020, donde Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas plantea: “Exhorto
a los Estados Miembros, los organismos internacionales, las
organizaciones de la sociedad civil, las empresas y los líderes
comunitarios a garantizar que el Decenio produzca mejoras auténticas.
Para dar un paso en esta dirección, los gobiernos deberían dar a conocer
sus planes nacionales para el Decenio cuando este se ponga en marcha a
nivel mundial el 11 de mayo de 2011”.
Y
llegamos luego de nueve años y medio desde aquella resolución de
Naciones Unidas del año 2003, al día de hoy en el que ya han
transcurrido 18 meses desde que se lanzara el Plan y se encuentra a
punto de finalizar la elaboración del ”2do. Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial”
a cargo de la OMS y sus oficinas regionales, que se dará a conocer en
el año 2013, y como lo fue el anterior informe del año 2009 nos
presentará los resultados de los diagnósticos en los que se encuentra
cada país en relación a la seguridad vial.
¿Cómo
está la seguridad vial en el mundo?, ¿Cuál es el pronóstico de la
seguridad vial en América?, ¿En qué situación se encuentra nuestro
país?, ¿Qué medidas implementaron las autoridades de la ciudad donde
residimos?.
Preguntas
que van desde el ámbito mundial al local, interrogantes que
abarcan desde lo global hasta lo más cercano, como es el caso de las
autoridades locales municipales y entendiendo que lo más pequeño en
escala (seguridad vial municipal) incide en lo más grande (seguridad
vial mundial) e inversamente.
Preguntas
que más allá de esperar al próximo informe mundial, nos deben hacer
interrogar a cada uno de nosotros cada día, porque cada día los
siniestros viales causan sufrimiento por las muertes, lesiones y
discapacidades que genera en víctimas y familiares.
Preguntas que nos deben llevar a alentar lo bueno que se realiza y a cuestionar por lo que falta aún, ya que “si
no se adoptan medidas apropiadas el problema no puede sino agravarse en
el futuro pues, según las previsiones, para el año 2020 los accidentes
de tránsito se habrán convertido en una de las primeras causas de
defunción, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios”, según se expresara en la Declaración de Moscú en noviembre de 2009.
La
seguridad vial debemos tomarla cada uno de nosotros en nuestras manos,
de forma tal que nos constituyamos en defensores de los avances logrados
y custodios de los objetivos propuestos y aún no logrados, para evitar
dilaciones o cambios de rumbo; para lo cual debemos entre otras cosas
conocer con profundidad los instrumentos y estrategias a ser utilizadas.
En
ese sentido es que los invitamos a que se sumen al análisis conjunto
del texto del Plan para el decenio 2011-2020, que estamos realizando en
modalidad “a distancia” desde nuestra plataforma de e-learning. (Para
más info. click aquí)
Fuente: Instituto de Seguridad Vial de Argentina - ISEV.
Muy pero muy interesante podrìa ser que se divulguen los logros alcanzados (Metas y rsultados obtenidos)del Plan Departamental de Seguridad Vial de Boyacà 2010-2016, establecido mediante la Ordenza 025 de septiembre de 2010. Esa Ordenza de la Asamblea de Boyacà asignò la Coordinaciòn General para la implementaciòn y ejecuciòn del citado Plan de seguridad Vial 2010-2016 al Instituto de Trànsito de Boyacà - ITBOY.
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