Posted: 22 Dec 2012 01:47 PM PST
No es la primera vez que abrimos un debate sobre cuestiones relacionadas con la formación vial de nuestro país. Ya lo hicimos con la conducción acompañada y ahora lo hacemos con otra noticia no menos insólita dirigida a los cerca de 27 millones de titulares, según el censo de conductores, que poseen actualmente permiso de conducción:
La DGT está estudiando la posibilidad de reciclar a los conductores cada vez que renueven su autorización para conducir. El reciclaje sobre las normas de circulación, en principio, constará de una prueba teórica que se sumará a las pruebas de capacitación psicofísicas que se exigen en los Centros de Reconocimiento de Conductores.
La formación continuada de los conductores es una reivindicación histórica por parte del sector de las autoescuelas y ahora parece que desde la DGT se va a tomar en serio el asunto. Habrá que esperar, qué se decide al respecto pero… ¿qué les parece la idea?
¿Autorización para conducir de por vida?
Con esta pregunta podríamos plantear lo siguiente: por un lado, parece que los conocimientos que adquirimos en su momento no se pierden y por eso no es necesario actualizar lo que en su día aprendimos. Sin embargo, la normativa va cambiando y nos vamos enterando de las reformas o novedades cuando vamos a tomar un café en el bar de nuestro barrio o por efecto radio patio pero, y ¿mientras tanto?
Sabemos de sobra que la ignorancia no exime de su cumplimiento pero quién mira el BOE todos los días para ponerse al corriente sobre las normas de circulación y seguridad vial de peatones y conductores de bicicletas, ciclomotores y demás vehículos. Hace unos años, con anterioridad a la reforma del Código Penal en cuanto a los delitos contra la seguridad vial, si el permiso de conducir caducado superaba los cuatro años, su titular tenía que obtenerlo de nuevo. Actualmente, con sólo renovarlo ya es suficiente.
El permiso de conducción de las clases BTP, C1, C1 + E, C, C + E, D1, D1 + E, D y D + E tendrá un período de vigencia de cinco años mientras su titular no cumpla los sesenta y cinco años y de tres años a partir de esa edad.El permiso de las clases restantes y la licencia de conducción, cualquiera que sea su clase, tendrán un período de vigencia de diez años mientras su titular no cumpla los sesenta y cinco años y de cinco años a partir de esa edad.
El período de vigencia de las diversas clases de permiso y licencia de conducción señalado en los apartados anteriores podrá reducirse si, al tiempo de su concesión o de la prórroga de su vigencia, se comprueba que su titular padece enfermedad o deficiencia que, si bien de momento no impide aquélla, es susceptible de agravarse.
El permiso o licencia de conducción cuya vigencia hubiese vencido no autoriza a su titular a conducir y su utilización dará lugar a su intervención inmediata por la autoridad o sus agentes.
La vigencia del permiso y de la licencia de conducción, además, estará condicionada a que su titular no haya perdido totalmente la asignación inicial de puntos.
Asimismo, con independencia de lo dispuesto en los apartados anteriores, la vigencia de los permisos y las licencias de conducción estará subordinada a que su titular mantenga los requisitos exigidos para su otorgamiento.
Un trámite como es la renovación del permiso de conducir que implica una exploración médica para el informe de aptitud psicofísica, no estaría de más que fuera complementado dicho requisito con una prueba de conocimientos para actualizar al titular del permiso de conducir de las nuevas normas de circulación que puedan afectarle. Una puesta al día sobre los conocimientos en seguridad vial y el buen uso de las nuevas tecnologías del automóvil, haría descender el número de víctimas en la carretera. Si además, conseguimos sensibilizar a los usuarios de las vías sobre los factores de riesgo: ganamos todos.
La experiencia es un grado pero cuesta mantenerla
Tampoco podemos centrarnos en esa teoría pura y dura de saber por méritos propios. La experiencia es la que termina de formar al buen conductor. Sería incomprensible que la formación vial en el aspirante a manejar los mandos de un vehículo no contemplara la posibilidad de realizar unas prácticas con el coche de noche, con condiciones climatológicas adversas, tráfico denso e incluso en situaciones que requieren una mayor concentración al volante como es la maniobra de adelantamiento en una vía secundaria o las incorporaciones a una vía de circunvalación.La formación continua es una necesidad de mejora de la actividad en cualquier empresa y en la formación vial no puede ser menos. Ya conseguimos formar y actualizar a los conductores profesionales, a los conductores que desconocían las normas para circular por una rotonda y ahora nos toca al resto. Invertir en formación es invertir en seguridad y si conseguimos hacer una buena gestión del reciclaje daremos un paso importante en cultura vial en general y una mejor preparación de los conductores en particular.
Fuente: Revista Circula Seguro
<observamoslaseguridadvial@gmail.com >
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