Posted: 30 Apr 2012 02:26 AM PDT
Es la hora de verle el sentido práctico a la clasificación de neumáticos que vendrá dada por el nuevo sistema de etiquetado que entrará en vigor en noviembre de este año. Porque, si no le vemos el sentido práctico, ¿qué podemos esperar de la etiqueta? Como sabemos, por hacer un breve resumen de dónde habíamos dejado la cosa, el etiquetado informará a los usuarios de la “calidad” de tres parámetros considerados esenciales en cuanto a los neumáticos: consumo de carburante asociado, seguridad y ruido ambiental.
Ahora bien, ¿cómo son las diferencias en estos parámetros de los
neumáticos considerados ‘A’ (los que mejores valores manejan) y los
considerados ‘F’ (lógicamente, los que peores valores manejan)? Lo vamos
a ver de forma muy rápida y visual.
Consumo de carburante: realmente, ¿se ahorra?
Hablamos de consumo de carburante asociado al neumático cuando medimos la cantidad extra de combustible que se consume por el simple hecho de “mover” esos neumáticos.
Cuanta más resistencia a la rodadura presente el neumático, más
combustible gastaremos en ese acto. Por eso se incluye como parámetro
medible en las nuevas etiquetas.
Como se ve de forma gráfica, la diferencia entre un neumático ‘F’ y uno ‘A’ se puede estimar en una media de 0,5 litros a los 100 km.
Esto significa que, en las mismas condiciones (en el vídeo, punto
muerto a cierta velocidad en el mismo modelo de coche, y esperar a que
el vehículo se detenga por efecto del rozamiento), la resistencia a la
rodadura puede suponer la diferencia entre un consumo razonable y un
consumo mayor. Influye directamente en nuestra economía.
Seguridad del neumático: adherencia sobre superficie mojada
En el caso de la adherencia sobre superficie mojada,
de nuevo la diferencia entre los neumáticos de tipo ‘A’ y los de tipo
‘F’ se traduce en algo significativo para el conductor: la distancia de
frenado en condiciones mojado. En las condiciones del experimento hay una diferencia de 18 metros en distancia de frenado entre las dos clases.
La diferencia es significativa. Esos 18 metros
entre los dos extremos de la clasificación en condiciones de mojado y,
para ser claros, cuando tenemos que realizar una frenada de emergencia, son muy importantes.
Por tanto, vemos que en la práctica el etiquetado nos puede informar
convenientemente de cómo se comportarán, en media, los neumáticos
clasificados en cada nivel.
Para el caso del ruido ambiental, la diferencia es
más sencilla de asimilar: cuanto más baja sea la clase, más ruido
emitirán. Un neumático de clase ‘A’ será considerablemente más
silencioso que un neumático de clase ‘F’.
Fuente: Revista Circula Seguro
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