La dirección asistida es un elemento del que disponemos actualmente al que no le damos apenas importancia, en parte debido a que muchos conductores no se las han tenido que ver con coches que no disponen de asistencia de este tipo. Se trata de una ayuda al conductor que le permite girar la dirección sin esfuerzo, algo que en ocasiones puede requerir fuerza hercúlea sin esta asistencia.
Un autobús, un camión pesado, un coche con neumáticos anchos,… todos ellos son candidatos para provocar un esguince cervical al más pintado, pues la resistencia a la rodadura de los neumáticos, en casi todos los casos, es bastante importante. Como experimento, se puede tratar de mover el volante cuando el coche está parado y sin el bloqueo de seguridad de la dirección.
Primeros sistemas y funcionamiento de la dirección asistida
Aparentemente, el primer sistema de asistencia a la dirección data del año 1876, y el apellido Fitts suena como el probable primer hombre que instaló un sistema de estos en un vehículo. En 1900, Robert E. Twyford incluyó una dirección asistida mecánicamente en la patente 646.477 de los EEUU, y en 1926 Francis W. Davis puso en práctica el primer sistema de dirección asistida hidráulica, pero la consideraban demasiado cara para incluir comercialmente.La guerra y la necesidad de mover grandes y pesados camiones sin quedarse entumecido por el esfuerzo en pleno campo de batalla, espolearon lo suficiente la tecnología como para que en 1951 Chrysler introdujese el primer sistema de asistencia hidráulica a la dirección en el Chrysler Imperial, sistema llamado ‘Hydraguide’.
Los principales mecanismos de dirección asistida son el hidráulico, el electrohidráulico y el eléctrico. Son los más generalizados y los que mejor consiguen reducir el esfuerzo del conductor a la hora de mover la dirección. El principio de funcionamiento es el mismo: conseguir que un mecanismo externo al sistema de dirección haga parte del trabajo que hacemos nosotros en el volante.
En el sistema hidráulico se consigue mediante una bomba que es movida por una polea que va conectada al motor. En el caso electrohidráulico, la bomba movida por la polea es un motor eléctrico, y la ventaja es que el motor eléctrico no siempre está funcionando. Además, otra ventaja es la fiabilidad del conjunto, aunque en el momento en el que quitamos el contacto, nos quedamos sin dirección asistida.
Para los coches pequeños, la dirección asistida moderna es la eléctrica. No nos partiremos la espalda si nos quedamos sin contacto, y es una dirección más sensible y eficiente, reduciendo el número de elementos mecánicos.
Asistencia a la dirección
Es interesante ver cómo hay diversos modos de asistencia a la dirección, que tienen como objetivo proporcionar comodidad y seguridad a la vez. Comodidad porque a velocidades bajas hay que girar más las ruedas, hay que aplicar más par a la dirección, y es donde la asistencia se agradece más.
Seguridad, porque a altas velocidades el par necesario es mínimo, y el conductor no necesita asistencia para conseguirlo. Una razón es que la fuerza necesaria es menor, y otra es que por ese mismo motivo la sensación de control del coche a esas velocidades es mayor. Cuando la dirección es igualmente suave a cualquier velocidad se genera inseguridad, aunque esto es algo muy subjetivo, no tiene por qué ser así para todo el mundo.
La cuestión principal es: ¿quién podría vivir hoy sin dirección asistida?
Diccionario de sistemas de seguridad del automóvil
Dirección asistida
También denominado:n/a
Relacionado con:n/a
Inventor / Año:Francis W. Davis / 1926
*Fuente: revista Circula Seguro
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