Posted: 25 May 2018 04:07 AM PDT
El consumo de drogas y, en concreto, de alcohol, es un comportamiento que deriva en uno de los factores de riesgo más graves
en términos de seguridad vial. Es responsable de una gran proporción de
los fallecidos en carretera, de ahí la importancia de los controles que
las autoridades realizan de forma rutinaria.Este seguimiento va más allá de comprobar cuántos conductores superan la tasa de alcoholemia. Y es que evitar sobrepasar los límites que marca la ley no significa que nuestra conducción sea vea inalterada. Todo consumo de alcohol, aun siendo mínimo, conlleva unos riesgos que se traducen de forma negativa al volante.
Jornadas sobre drogas y conducción
En ese sentido, la Fundación MAPFRE ha celebrado una importante cita de referencia nacional con las Jornadas sobre drogas y conducción. A las mismas asistieron autoridades de los diferentes ámbitos a los que afecta el consumo de drogas al volante. El objetivo era debatir para encontrar soluciones a la problemática en España. Según apuntaban, en nuestro país el 12% de los conductores admite haber conducido bajo los efectos de alguna droga.El trabajo de la Fundación MAPFRE tuvo sus frutos en las jornadas, no solo por lo que se pudo debatir, sino también a través de posibles cambios en normas y operaciones que avanzó el titular de la DGT, Gregorio Serrano: contemplan aumentar los controles en un 50% en 2019 y reducir la tasa de alcoholemia para los profesionales.
La tasa de alcoholemia es un valor más complejo de lo que parece
Dentro de las políticas para atajar la problemática del alcohol y la conducción la tasa de alcoholemia tiene una papel fundamental. Ahora bien, pese a lo que pueda parecer, se trata de un valor algo más complejo. Así lo explica la DGT:La tasa de alcoholemia que alcance tras un consumo de alcohol puede variar mucho. Por ello, aunque creas conocer tus límites, es realmente fácil que el alcohol acabe por darte una mala sorpresa. Lo mejor es siempre no beber si vas a conducir.
Los límites vigentes son de 0,25 mg/l en aire respirado y 0,5 g/l en sangre para conductores en general, y de 0,15 mg/l y 0,3 g/l para noveles y profesionales. En caso de superarlos, la ley presenta una escala concreta para definir de qué tipo de infracción se trata y de si se incurre en responsabilidad penal. Del mismo modo, el criterio de los agentes para considerar si estamos conduciendo bajo los efectos de las drogas también cuenta para determinar la infracción.
Variables que influyen sobre la tasa de alcoholemia
Las variables que influyen sobre la tasa de alcoholemia son múltiples. Destacan algunas como la rapidez con la que se ingiere la bebida, qué tipo de alcohol se está consumiendo o la presencia de alimentos en nuestro sistema digestivo (el alcohol se absorbe de forma más rápida cuanto antes logre alcanzar el intestino).También influyen el sexo de la persona, su peso, la edad y las circunstancias personales, tanto físicas y fisiológicas (como la fatiga) como psicológicas. Ante esto, es imposible hacer una valoración individual y precisa del tipo “solo con una copa de…” no se alcanza el límite.
Además, el tiempo que transcurre es en sí otra variable, porque el alcohol y sus efectos no tienen lugar de forma lineal, sino que describen una curva de impacto a lo largo de las horas siguientes al consumo. Es decir, que puede darse el caso de que en determinado momento no se supere el límite legal, pero eso no significará que no se haya hecho en un momento anterior, generando a la vez una situación de riesgo.
En el fondo, se ha de tener muy en cuenta que todo consumo de alcohol conlleva en sí una alteración de la conducción y que conducir con drogas y alcohol es del todo incompatible. La tasa de alcoholemia no se puede entender como un factor para que el conductor sepa cuánto puede beber, sino un instrumento de control para que las autoridades puedan garantizar la seguridad vial.
Los riesgos de conducir sin superar la tasa
Antes de llegar a los límites legales ya se observan alteraciones en la capacidad de conducir. Esto se aplica a todas las personas sin excepción. Desde la DGT destacan las siguientes:- Aparecen algunas alteraciones perceptivas.
- La toma de decisiones también se ve influenciada.
- Se produce excitabilidad emocional y desinhibición.
- La velocidad tiende a ser subestimada también, pese a no superar el límite.
- Aumenta la tolerancia al riesgo.
- Incremento del tiempo de reacción en la carretera.
- Aparecen problemas de coordinación motora y psicomotora.
- La precisión de los movimientos disminuye.
En 2019 habrá más controles
Gregorio Serrano destacó en las Jornadas impulsadas por la Fundación MAPFRE que la concieciación sobre el consumo de alcohol ha crecido en nuestro país: «La sentencia ‘Si bebes no conduzcas’ está arraigada en el conductor español.»Serrano destacó además que en la actualidad existen patrones de consumo más distribuido en todos los momentos del año y de carácter más compulsivo. Es lo que calificó como “consumo en atracón”. Por eso, queda todavía trabajo por realizar. Para eso, se va incrementar el número de controles en un 50%, buscando centrarse, no solo en el alcohol, sino en el que consumo de otras drogas.
* Fuente: Revista Circula Seguro