Posted: 21 Jul 2014 12:31 AM PDT
A lo largo de los últimos meses, y si me apuráis, años, estamos repitiendo que el parque de vehículos en España es ya “de cierta edad”, y sobre todo en los últimos meses sabemos que los españoles gastan menos en mantenimiento, que es raro practicar el mantenimiento preventivo, e incluso retrasan u obvian revisiones más que necesarias para garantizar la seguridad propia en la carretera, y también la de todos. Hoy presentamos un nuevo estudio de la FUNDACIÓN MAPFRE que viene a corroborar la sensación que tenemos todos de que el estado de nuestros vehículos es cada vez peor.
El informe “Análisis del estado de los vehículos” lo ha elaborado FUNDACIÓN MAPFRE con los datos correspondientes a 17.661 inspecciones de automóviles llevadas a cabo por MAPFRE a través de su programa Cuidamos tu Auto. En este informe se destaca el 61,2% de vehículos con defectos que circulan por nuestras carreteras. Aunque muchos de esos defectos no implican necesariamente que vayamos a sufrir un accidente inminente, sí que son un indicador claro de cómo llevamos los vehículos, en general en España, y lo propensos que pueden ser a sufrir ciertas averías. Veamos de forma esquemática algunos datos interesantes.
Peores resultados en gasolina, que en diésel
Uno de los datos curiosos que se concluyen del estudio es que los motores de gasolina son los que más defectos han presentado, en relación a los motores díesel. Elnúmero de deficiencias encontradas en los gasolina es un 20% superior a las que se encontraron en los motores de gasoil, y eso tiene muchas implicaciones. Hay que examinar, eso sí, qué tipo de deficiencias son y si éstas suponen un coste mayor de mantenimiento, o no. Pero los datos son esos: un 20% más de deficiencias.
El trío de defectos más comunes entre todos los coches examinados es un viejo conocido nuestro: el estado de las ruedas y los neumáticos (31 por ciento en el caso de los vehículos de gasolina y 27 por ciento en los diésel), los sistemas de iluminación (24 por ciento en ambos casos) y los frenos (22 por ciento en gasolina y 10 por ciento en diésel). De todos estos elementos hablamos en su momento, y sabemos que son un clásico entre los defectos de los coches que circulan por nuestras carreteras.
Los fallos del motor son también habituales, y quizás están acentuados por la crisis y la cruda realidad de que los españoles acuden menos a las revisiones y a realizar el mantenimiento de sus coches. Los defectos como los niveles de aceite inadecuados y las correas y manguitos desgastados son, sin duda, el producto de ir menos a revisar esos niveles y el estado de las correas o manguitos. Quizás una solución realista sería que nosotros, los conductores, revisásemos activamente los niveles de aceite, al menos, para paliar cualquier tipo de fallo (grave) provocado por un excesivamente bajo nivel de aceite.
El tema del mal estado de los frenos también tiene que ver con el estado de un líquido, el de frenos. Esto afecta a un amplio porcentaje de los coches en los que se detectaron problemas de frenos: el 88% de todos los coches de gasolina con problemas de frenos, y el 74% de los diésel tienen el líquido de frenos en mal estado. Esto no se puede detectar fácilmente, y menos aún en una ITV (recordamos que la ITV es una inspección, no es una revisión del coche), y a la vez es un peligro para nuestra seguridad y la de todos. ¡Es básico saber si podemos frenar en condiciones antes de salir a la carretera!
Cómo se valoran los defectos en función del kilometraje o la edad del vehículo
Para entender un poco mejor los resultados del informe (del que os dejaremos un enlace para consulta íntegra), hay que entender las dos formas de valoración de esos defectos encontrados que se utilizaron a la hora de hacer el estudio:
El primer resultado que conviene reseñar es el relativo al efecto de la región de circulación sobre los kilómetros recorridos, la antigüedad y los defectos (confirmados o posibles) observados. Los turismos del arco mediterráneo tienen menos kilómetros recorridos, son más jóvenes y presentan una incidencia de defectos que es la mitad que la de los de las otras dos regiones. La región cantábrica, por un lado, y zona centro, por otro, resultan ser equivalentes en las dos primeras características y muestran algunas diferencias en la tercera.
Algo que es, por otro lado, totalmente lógico, pero que conviene recordar porque no todas las regiones “afectan” por igual a los vehículos, y por supuesto, la edad d3l mismo influye decisivamente en su “capacidad de desgaste”.
observamoslaseguridadvial@gmail.com
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Visión. Movilidad peatonal y vehicular segura en todas las vías del Departamento de Boyacá.
viernes, 25 de julio de 2014
EL ESTADO DE NUESTROS VEHÍCULOS ES CADA VEZ PEOR...*
lunes, 21 de julio de 2014
EL DÍA QUE ABRES LOS OJOS A LOS DEMÁS*
Posted: 17 Jul 2014 05:53 PM PDT
Soy autodidacta por naturaleza pero a la vez, dispuesto a ser enseñado los demás siempre que puedo ya que soy también consciente de mis limitaciones. Pero para muchas cosas no tuve más remedio que aprender por mi mismo ya que naciendo a finales de los años 70, fui precursor de muchos movimientos y actos cotidianos que los chicos de ahora ven como normales.
De ahí que antes de subirme a una moto me caí muchas veces de la bicicleta. Y arrastrando a mi padre por colinas y caminos de cabras, uno fue observando los principios de la física de las dos ruedas. No los entendía pero sabía que si lo hacíaasí o asá el asunto funcionaba.
Luego tocó dar el paso a las motos, tras foguearme tres meses como repartidor en una empresa de pizzas a domicilio. ¿Repartidor en ciudad con una moto? De ahí que cuando empecé a escribir aquí, pregunté a los responsables si estaban seguros de que era mi perfil el que buscaban. Pero sobreviví los tres meses y un par de años después tenía mi primera moto.
Por suerte (no, por suerte no, por ya de aquella circular con cabeza), sólo dos tachones en mi expediente besando el suelo. Bueno tres si contamos el coche (de autoescuela y con la monitora al volante para más inri), me embistió en una rotonda tras saltarse el ceda el paso.
Tras aquello, la moto grande. Y otra vez a recorrer un camino desconocido. Más pruebas, más autoaprendizaje, algún error sin consecuencias y mucha cabeza. Y se popularizaron los foros, internet, los amigos que comparten aficiones y todo se convirtió en algo más fácil al principio de este siglo. Pero no mucho más fácil.
Luego llego otra moto, y otra, y la primera del circuito. Muchas, muchísimas caídas buscando mis límites y los de la moto. Así uno aprende a reaccionar correctamente, a no asustarse y saber que hacer, a que parezca que el mundo pasa más despacio y a alejarse más de los límites.
Y por fin algún curso de conducción en el que, y tras más de 100.000 a mis espaldas, aprendí muchas cosas y recordé otras. Y pensaba: ojalá hubiese sabido yo esto antes, con lo difícil que fue entenderlo por uno mismo… Pero sigues aprendiendo, y disfrutando, y también ayudando a los que empiezan. Te sientas al otro lado, y eres tu el que le das consejos a la gente. Esos consejos que en muchos casos nadie te contó pero con los que todo es más fácil.
A las 10 de la mañana te presentas como su monitor, pasan las horas y ves que lo que les contabas en el aula y te decían que es imposible, lo están haciendo. Y algunos tienen una experiencia sobre las motos casi testimonial, pero ahora hacen cabriolas sobre la moto que, vistas desde fuera, harían sorprenderse al más pintado.
Y así transcurren las horas, los alumnos ganan confianza y ya no es la moto la que los lleva a ellos. Das por terminado el día y les preguntas. Están encantados. Y lo mejor es cuando hablas con ellos una o dos semanas después. Cuando han aplicado en su moto y en la carretera lo aprendido en la escuela. Y te dicen que ahora sí, que ahora sí disfrutan en moto. Que se siente más seguros, con más confianza, pero a la vez con más respeto. Y que gracias.
Y todo ello gracias a un curso de conducción, a unas horas. A un tiempo y dinero bien invertido. Porque nadie nace sabiendo y nadie es capaz de aprender todo por uno mismo. Y porque siempre hay alguien que sabe más que tu y que está dispuesto a ayudarte.
Es por ello que si puedes, ni lo dudes. Tanto sobre dos o cuatro ruedas acude a una escuela de formación. Es la mejor forma de aprender y circular más seguro en el día a día. Te lo digo yo, que lo he vivido desde los dos lados.
Fuente: Revista Circula Seguro
observamoslaseguridadvial@gmail.com
viernes, 18 de julio de 2014
CURSOS DE CONDUCCIÓN DE MOTOCICLETAS A CAMBIO DE CRÉDITOS UNIVERSITARIOS *
Sí, así, tal y como suena. Porque si es algo con lo que vamos a tener que convivir más adelante, ¿no aprender cuanto antes? No hace mucho hablamos sobre aportar nuestro granito en la Seguridad Vial, y aunque este no es exactamente el mismo caso, es justo reconocer la magnífica iniciativa de crear estos cursos de conducción de motocicletas. ¿Por qué? Muy sencillo, porque miles de universitarios se desplazan diariamente a sus aulas en motocicletas. Y si con un curso de conducción les ayudamos a llegar de una forma más segura, día tras día, habremos cumplido con creces el objetivo. Una buena solución a un problema real que se presenta a menudo. De momento estos cursos de conducción de motocicletas están disponibles en varias universidades catalanas, tales como el Pompeu Fabra, Abat Oliva, Rovira i Virgili, Universitat Oberta de Catalunya, Universitat de Vic, Universitat Autònoma de Barcelona y la Universitat Politècnica de Catalunya. Primeramente se realizan una serie de clases teóricas a distancia y, una vez completadas, se pasa a realizar las prácticasa lomo de motocicletas Kawasaki ER-6n que han sido cedidas para esta tarea por Kawasaki España. La elección de este modelo no ha sido al azar ya que es una de las mejores motos escuela para aquellos que llegan por primera vez al sector de las dos ruedas. Por nuestra parte, llevaríamos este aprendizaje un paso más allá, implementando otros cursos de conducción tanto paracoches como también para bicicletas. Es cuestión de analizar los medios de locomoción que usan los jóvenes diariamente e intentar darles un plus de seguridad, sobre todo cuando además consiguen un doble beneficio tanto en aprendizaje como en créditos universitarios. Vía | Motorpasión Moto Fotos | Taiyo FUJII, Tom Reynolds La entrada Cursos de conducción de motocicletas a cambio de créditos universitarios en Circula Seguro. |
Posted: 10 Jul 2014 03:26 AM PDT
Aunque normalmente el término motorista y Seguridad Vial es raro que aparezcan en la misma frase, hay gente que se empeña en dar la vuelta a la tortilla y demostrar que lo uno no está reñido con lo otro. Circular en moto puede ser a la vez de placentero, divertido, sin necesidad de buscar los límites constantemente. Unos límites que una vez rebasados pueden salir muy caros, para ti y lo que es peor, para los demás.
A medida que pasan los años, la “testosterona” se va aplacando en la mayoría de los casos. Quedará alguna oveja negra en el redil, sí, y aunque suene macabro, si la selección natural no hace su trabajo tarde o temprano se dará cuenta que así no se va a ningún lado. Por que por mucha experiencia al volante que tengas no tiene absolutamente todo bajo control. El tráfico está vivo y como tal, a veces reacciona de forma imprevista.
Lo peor a lo que se puede enfrenar un conductor es a su propia autoconfianza. Pensar que aunque conduzca bien y que todo lo controla es uno de los peores errores que se pueden cometer porque, haciendo un paralelismo, ¿quién se suele ahogar? Aquel que cree que sabe nadar muy bien y menosprecia el peligro del mar. En carretera, menospreciar el tráfico y al resto de conductores (usando el término menospreciar enfocado a que sabemos más que ellos) deriva tarde o temprano en una situación de peligro.
El enfoque deber ser diametralmente opuesto. ¿Sabemos conducir bien? ¿Hemos realizado cursos de conducción, tenemos cientos de kilómetros a nuestras espaldas y además somos capaces de prever la mayoría de maniobras del resto de conductores? Pues aumentemos nuestro margen de seguridad. Conduzcamos como si nuestra experiencia se menor. De esta forma, el techo al que podemos llegar estará muy lejos y siempre tendremos más margen para maniobrar y salir airosos de una situación.
Observemos y analicemos el entorno, recordemos aquellos puntos en los que el peligro es inherente: cruces sin visibilidad, curvas peligrosas, calles conflictivas, etc. Evitemos estos lugares, realicemos rutas alternativas, saquemos ventajas de nuestro conocimiento y experiencia al volante
Fuente: Revista Circula Seguro
observamoslaseguridadvial@gmail.com
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