Posted: 16 May 2012 06:50 AM PDT
“Airbag”, “cinturón de seguridad”, “dirección asistida” son algunos conceptos relativos a los
avances tecnológicos en la seguridad del vehículo que a ninguno de nosotros nos resultan extraños. Si hablamos de
ABS,
ESP y otras siglas como el
HAC, el
BAS o el
EDL,
ya entramos en un terreno algo más críptico, aunque a algunos de esos
extraños nombres ya nos hemos ido acostumbrando después de verlos
escritos y a fuerza de oír hablar de ellos.
Sin embargo, ¿sabemos cómo funciona cada uno de los sistemas que
representan esas denominaciones? ¿Desde cuándo se emplean en los
vehículos? ¿A quién se le ocurrió la idea de poner en marcha tal o cual
avance para proteger al conductor, a sus acompañantes o a los peatones?
¿Qué suponen para el conductor? ¿Debe hacer algo en especial si el coche
lleva uno u otro sistema?
En Circula Seguro nos formulamos a menudo preguntas como estas, y a
partir de mañana intentaremos resolverlas con una sección semanal que
quiere ser un
Glosario de seguridad del vehículo. Resumiremos con palabras que puedan ser entendidas por todos lo imprescindible para comprender
cómo funcionan y por qué funcionan así los diferentes sistemas de seguridad del automóvil.
Poco a poco, iremos dando cuenta de esas nomenclaturas que, además,
en muchos casos reciben un nombre diferente según el fabricante que
incorpora el sistema a sus vehículos. Hablaremos un poco de todo: tanto
de
sistemas de seguridad activa, que evitan la colisión actuando antes de que se produzca, como de
sistemas de seguridad pasiva, que aminoran los daños derivados de una colisión protegiendo a las personas implicadas.
Tenemos por delante una tarea que nos llevará un tiempo, porque la lista de
mejoras en materia de seguridad
que incorporan los coches hoy en día es larga, afortunadamente para
todos. Además, si se os ocurre algún sistema de seguridad que queráis
que glosemos, no tenéis más que pedírnoslo a través de nuestro
formulario de contacto.
Os esperamos mañana con nuestra primera entrega de este
Glosario de seguridad del vehículo, que tratará sobre el sistema antibloqueo de frenos, más conocido como
ABS.
Posted: 16 May 2012 01:35 AM PDT
El
autobús es a partes iguales un ejemplo de
seguridad vial y de inseguridad vial. Esta frase puede que marque para
siempre mi futuro, pero lo veo de esta forma: si el autobús
es considerado el medio de transporte por carretera más seguro, ¿cómo es posible que en estos vehículos
no haya forma humana de ajustar un asiento para niños
homologado? Y aún más, ¿cómo podemos sentirnos seguros cuando nos
abrochamos un cinturón que sabemos que es, a todas luces, insuficiente
para retenernos en caso de accidente?
El autobús, amor y odio a partes iguales. Quitando
mi historia personal, en la que contaría cómo algunos autobuses dejan a
las doncellas de hierro en mantillas en cuanto a comodidad, más de una
vez me he parado a pensar
cómo un cinturón de dos puntos podría sujetarme a mi,
varón de 100 kilos (subestimados generosamente) y más de 1,85 m en
caso de accidente y mientras la educada persona que va delante mía
reclina su asiento todo lo que da de sí, y un poquito más. Mi respuesta
más optimista es que sujetar, lo que se dice sujetar, puede ser. Pero de
ahí a salir indemne va un largo trecho.
¿Por qué los autobuses son el medio de transporte más seguro en carretera?
Respuesta: porque las estadísticas dicen que sufren menos cantidad de
accidentes por kilómetro recorrido. Y cada año, el total de muertos que
viajaban en un autobús que sufrió un accidente es pequeño, muy pequeño
comparado con el coche o la moto. En realidad a mi me importa bien poco
todo
este enfoque simplista de que la media de muertos es pequeña. Los muertos no son números, eran personas. Y las personas tienen familias.
Estimo demasiado la vida como para pensar que, bueno, la probabilidad de sufrir un accidente es escasa y
a las estadísticas me remito. Oiga, sí, pero no estoy dispuesto a considerar que, en caso de vuelco o de accidente,
las probabilidades de sufrir percances serios o salir con vida son muy escasas.
Prefiero saber que, aunque en coche haya más probabilidades de tener un
accidente, tengo más recursos para salir con vida. No se si me explico.
El caso del avión es similar: “No, si el avión es el medio de
transporte más seguro de la Tierra”, “Efectivamente, menos cuando se
estrella.”
El transporte escolar
Si para un adulto la seguridad en el autobús (hablo del autobús
interurbano, o al menos, no hablo del autobús urbano típico) es de todo
menos tranquilizante, para un
niño preferiría no pensarlo. Pero hay que hacerlo. Vengo de leer un extenso artículo sobre
la problemática real de la seguridad infantil en los autobuses
que los transportan al colegio, y me cuesta creer la dificultad que
existe a la hora de plantearse mayor seguridad en ese medio de
transporte.
Hablamos de que nuestros hijos pueden viajar en un medio en el que no van sujetos (cuando en el coche estamos obligados a tener
SRI
homologados y en regla), en el que posiblemente van jugando y no
sentados tranquilitos, y en el que, realmente, los puntos en donde
podría impactar el infante tienen de todo menos seguridad.
Os aseguro que
este artículo tiene mucho interés y mucha miga, aquí voy a resumir brevemente lo que me parecieron los puntos más importantes:
- La homologación de las butacas de los autobuses es incompatible con la de los SRI, de tal modo que la butaca se doblará ante un impacto estándar antes que el SRI, cuando debería proteger a la silla.
- La mayoría de los autobuses en circulación y dentro de su vida comercial no tiene cinturones de seguridad. Los que sí tienen disponen de cinturones de dos puntos. En ninguno de esos asientos es posible fijar un SRI, en ningún caso.
- Para homologar un SRI para coche se utiliza el mismo estándar, mientras que en el caso de los autobuses habría que homologar cada SRI para cada tipo de butaca, anclaje al suelo, etc…
- El diseño de las butacas está pensado para adultos,
por eso las zonas de impacto son diferentes para la mayoría de los
adultos que para la mayoría de los niños.
- Las estadísticas (que mencioné de pasada más
arriba) hablan de pocas muertes al año, pero ¿qué pasa con las heridas y
secuelas de golpearse contra objetos (bandejas, colgadores,
ceniceros,…) en caso de golpe o frenazo brusco?
- La ley y la multa. “Hasta que no me multen, no lo
pondré” y otras variantes bastante conocidas por todos en un país (y
sociedad en general) en el que no se toman medidas hasta que sucede la
catástrofe. No se previene, se reacciona.
Me parece un
tema muy serio, muy extenso y con
tantos matices que,. seguro, no he podido concentrarlo todo en un simple
artículo. Ahora os toca el turno a vosotros, ¿creéis que la normativa
es realista? ¿Pecamos de exceso de celo en nuestros coches particulares
pero nos da igual lo que pase en medios de transporte más masivos como
el autobús o el tren?
¿Es la misma seguridad vial, o es otra diferente?
Fuente: revista Circula Seguro