viernes, 22 de junio de 2012

Veinte meses y con casco ¿Quién me iba a decir que iba a ser tan fácil? *

Posted: 25 May 2012 10:35 AM PDT
Niño en bici
Desde hace algo más de veinte meses soy padre, y desde hace un par de ellos, hago más deporte del que hacía. Sí, algunos ya me habrán comprendido: me toca correr detrás de mi pequeño hijo que después de dominar el caminar, ahora ya cree que domina el trotar y el mundo se le queda pequeño.
Dicen que de tal palo tal astilla y, lógicamente, no he tardado mucho en adquirir una moto de esas de plástico pequeña y ruedas anchas para que practique su equilibrio y ejercite las piernas. Pero a la vez que la compraba, también hacía lo propio con un casco. ¿Qué por qué? Mejor sería preguntar, ¿y por qué no?
Si alguna vez habéis visto un niño de esta edad encima de una moto con esas características, habréis observado que aunque son capaces de encontrar el punto de equilibrio rápidamente, en cuando alcanzan un poco de velocidad suelen acabar dando con sus huesos contra el suelo. Y no hay nada que les guste más que las calles inclinadas… El problema es que aunque saben caer perfectamente cuando caminan (una de las cosas que más echo de menos es haber perdido la capacidad de sacar el culo para amortiguar la caída con él en vez de con la cara), sentados a horcajadas sobre la moto no lo pueden hacer, y lógicamente caen sin aparente control.
Niño en bici
Como a esa edad, su cabeza sigue algo desproporcionada respecto al cuerpo (sutil forma de llamar a los niños cabezones), y su cuello no tiene todavía una masa muscular a lo Fernando Alonso, estas caídas suelen acabar en muchos casos con la cabeza rozando peligrosamente el suelo. Y entonces, ¿por qué no evitar males mayores colocándole un casco?
Las primeras veces sólo le pondremos el casco, sin moto de por medio, a modo de juego, para que se acostumbre a él para luego, colocárselo una vez que está al lado de la moto. Los niños son como esponjas y muy rutinarios. Si consigues que se acostumbren a hacer las cosas en un orden, hasta ellos mismos serán capaces de recordártelo.
No hay más que ver el miércoles pasado, mi hijo cuando de tarde llegamos al parque y se colocó al lado de la moto. El sólo se quito la gorra y esperó a que le colocase adecuadamente el casco antes de subirse a la moto. Con esto me ha demostrado que, si alguna vez cuando tenga más edad no se lo pone, no será por olvido o descuido sino porque no lo ha querido hacer, y entonces actuaremos en consecuencia. Aunque tengo la esperanza de que ese día no llegue y al menos, cunda el ejemplo que tiene en casa.

*Fuente: Revista Circula Seguro

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lunes, 18 de junio de 2012

¿Hay alguna razón para pegarte al vehículo de delante?*

Posted: 26 May 2012 10:04 AM PDT
carril reversible
Hace tiempo hablamos sobre la distancia de seguridad, el espacio que tenemos que dejar entre vehículos para evitar las colisiones por alcance. Comentamos también sobre la distancia de separación mínima y lo que nos dice el reglamento al respecto. En principio dicha distancia sólo afecta a los vehículos de mercancías y vehículos de más de diez metros olvidándose de los turismos y motocicletas salvo cuando circulemos por tramos donde nos marcan en el suelo con las puntas de flecha o galones el espacio que tenemos que respetar entre vehículos.
Sin embargo, no comentamos nada sobre la servidumbre entre vehículos, la prioridad entre vehículos en fila, la presión del que te sigue por la persistencia en su adelantamiento y el deseo de ser el primero. Una conducta muy extendida sobre todo en carreteras de circunvalación de las grandes ciudades y en carreteras de sentido único con más de un carril. Un peligro originado por unos y soportado por otros con el consiguiente riesgo de verse implicado en un incidente vial por el peligro que supone la aproximación de dos vehículos en movimiento.

No por mucho correr, llegarás más pronto

Puede que sí, en una pista de carreras, en alusión al título de arriba, pero dentro de una vía pública, la decisión de querer llegar cuanto antes no nos da derecho a poner la velocidad por encima de otras preferencias, como la prioridad de paso, por ejemplo. Muchas veces nuestro comportamiento al volante va condicionado por nuestra forma de vida. Sufrimos cualquier contratiempo cuando vamos al trabajo en nuestro coche y queremos recuperar el tiempo como sea. Pues bien, los semáforos de la avenida, el autobús escolar, la señalización de la reciente obra y el resto de conductores, ese día, no nos ayudarán por mucho que queramos. De ahí que la conducta de reducir distancias entre vehículos tampoco ayudará a llegar antes a nuestro destino por mucho que presionemos al de delante.
Como viene al hilo de lo que estamos hablando, aprovecho para recordar aquel vídeo emitido por la DGT en una de sus campañas sobre la distancia de seguridad como factor de riesgo donde puede verse como un vehículo circula muy pegado al que le precede…
¿Por qué te pegas a ese coche?, para acosar, para meterle miedo
Crees que la carretera es tuya
Te sientes poderoso y él asustado pero si frena os matáis los dos, acuérdate de esto cada vez que te pegues al de delante

Elige tu razón para respetar la distancia de seguridad

Por consiguiente, la norma establece que todo vehículo que circule detrás de otro tiene que hacerlo a una distancia que le permita detenerse en caso de frenado brusco sin colisionar con él. Entonces, sabiendo esto, ¿cómo hay conductores tan impacientes?, ¿acaso solucionan algo con pegarse tanto al vehículo que le precede? Yo diría que no. Es más, con su acción pueden provocar una colisión por alcance o poner nervioso al conductor del vehículo que va delante. Imaginaros que frena de repente tras observar la presencia de un animal suelto en la calzada o simplemente por la existencia de vehículos detenidos en el mismo carril por imperativos del tráfico.
Otra situación bastante habitual: vamos por el carril de incorporación para acceder a una vía principal y por nuestro retrovisor interior vemos a un conductor impaciente que se nos pega por detrás de manera desafiante. Todo ha transcurrido en cuestión de segundos y además parece molestarle que vayamos delante. Nuestro protagonista impetuoso quiere, por todos los medios, apartarnos de su camino para demostrar que su coche corre más. Posiblemente va acompañado de su piva y en plan orgulloso le estará comentando su punto de vista sobre la relación que existe entre una buena carretera y un buen vehículo.
Puede ocurrir que debido a esa escasa formación vial que recibimos en su día habría que añadirle la falta de información sobre las nuevas normas que van surgiendo en materia de seguridad vial así como también sobre los últimos avances en tecnología del automóvil. Lo ideal sería que cada cierto tiempo hubiese que realizar unos cursos de actualización y prevención vial y así, de paso, poder contribuir a evitar o minimizar los riesgos al volante. Conocer nuestro comportamiento, la reacción ante un peligro y las prestaciones de nuestro vehículo es pieza clave en seguridad vial.
Y recuerda, a mayor velocidad más espacio se recorre antes de poder detener completamente el vehículo. Por tanto, no te pegues tanto al de delante.

Fuente: Revista Circula Seguro

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domingo, 17 de junio de 2012

¿Qué es el EDL o bloqueo electrónico de diferencial?*

Posted: 23 May 2012 10:00 PM PDT
Bloqueo electrónico de diferencial
¿Qué es el EDL? Imaginemos que llegamos a una pendiente ascendente y a mitad de trayecto encontramos un barrizal que sólo afecta a las ruedas de un lado del vehículo, por ejemplo por la derecha. Si al pasar por ese lugar aceleramos para subir la pendiente, las ruedas del lado derecho patinarán, perderán adherencia.
Las consecuencias de esta pérdida de tracción y el desequilibrio que sufre el vehículo pueden ser desde anecdóticas hasta realmente graves dependiendo de las circunstancias. En el mejor de los casos no nos moveremos del sitio; en el peor, caeremos hacia atrás, pendiente abajo. Esta pérdida de tracción específica del lateral del vehículo se puede paliar gracias al bloqueo electrónico del diferencial.
El bloqueo electrónico del diferencial permite la reanudación de la marcha sobre firmes que presentan niveles de adherencia desiguales. Si una rueda motriz comienza a patinar, los sensores de giro que lleva el ABS en colaboración con los sensores de velocidad del vehículo indicarán a la centralita del EDL que existe un problema de tracción.
En el ejemplo del inicio, la centralita del EDL recibe informaciones que le dicen que la rueda motriz derecha gira muy rápido mientras que la izquierda no lo hace, y además la velocidad del vehículo es reducida. Eso sólo puede querer decir una cosa: que falta adherencia y algo hay que hacer para recuperar el agarre sobre el terreno cuanto antes.
¿Qué hacer para conseguirlo? Normalmente el EDL usa los actuadores propios del ABS para frenar la rueda que patina y así transmitir toda la fuerza, todo el par motor, a la rueda que mantiene la tracción con el terreno, de manera que se consiga reanudar la marcha del vehículo.
Además de recuperar la tracción en un lapso de tiempo muy reducido y evitar por lo tanto la pérdida de control del vehículo, el EDL permite reducir el desgaste de los neumáticos ya que evita que la rueda gire a alta velocidad sobre terrenos deslizantes.
Aunque a la práctica ambos sirven para una misma finalidad, el EDL y el ASR son sistemas diferentes. A la hora de garantizar la recuperación de la adherencia, el ASR actúa sobre la gestión electrónica del motor, mientras que el EDL actúa sobre el reparto de la fuerza del motor a las ruedas de un mismo eje.
Diccionario de sistemas de seguridad del automóvil

Bloqueo electrónico del diferencial

Permite que el vehículo mantenga la tracción sobre firmes que presentan niveles de adherencia desiguales transmitiendo el par a la rueda que conserva adherencia.
También denominado:
EDL, EDS, LSD
Relacionado con:
ABS, ESP, ASR
Inventor / Año:
Múltiples desarrollos
Fuente: Revista Circula Seguro

viernes, 15 de junio de 2012

La DGT anuncia una unidad especial para tratar con las Asociaciones de Víctimas de accidentes de tráfico*

Posted: 18 May 2012 03:42 AM PDT
DGT
Cuando se produce un accidente con víctimas, es posible que algunas de ellas sean víctimas mortales. En todo caso, esas víctimas muy probablemente tienen familias, seres queridos, allegados. La desgracia del accidente no se reduce, pues a las víctimas, ya sean mortales, heridos graves, heridos leves o simples personas en estado de shock.
La onda expansiva del accidente y de las circunstancias que rodean a las víctimas da de lleno en sus familias, y por eso muchas veces se echa en falta el apoyo necesario para superar esos trances. Es posible que los familiares y personas cercanas de las víctimas de tráfico sean el colectivo históricamente más olvidado, no por las asociaciones sino por la sociedad en general. La DGT anuncia que habrá una unidad de atención exclusiva para las víctimas y sus familiares.

Antes de seguir, me parece muy positivo que se ponga en marcha esta iniciativa por parte de la DGT y su directora, María Seguí, ya que es muy penoso verse en la situación de tener que vivir la desgracia de un familiar y no saber cómo actuar, cómo superar la pérdida o cómo llevar la nueva situación vital de ese familiar que ha tenido el accidente. Aclaro que no me he visto en esa situación personal a nivel familiar, pero sí que tuve cierto impacto emocional en el accidente (mortal) de un conocido. A pesar de la poca relación en el tiempo, aquello me afectó bastante y no puedo imaginar lo que será para la familia.
Al encuentro con la directora de la DGT han acudido las siguientes asociaciones (y cito textualmente): representantes de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME), Federación Nacional Aspaym (Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos), Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes (DIA), Asociación de Ayuda y Orientación a afectados por Accidentes de Tráfico (Stop Accidentes), Asociación para la Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT) y la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Amputats Sant Jordi y AVATA – Hispania.
Desde Circula Seguro incidimos muchas veces en la necesidad de prevenir, en la importancia de respetar las normas, el entorno, los conductores que nos rodean,… Siempre ir a la carretera con la firma convicción de que está en nuestra mano, en un alto porcentaje, llegar a salvo a nuestro destino. Sin embargo existe un “elemento inesperado”, ajeno, que es la actuación de terceros: cómo actúen los demás. Si todos fuésemos conductores perfectos no habría más accidentes que los inevitables o altamente improbables: reventón, nos cae un rayo, nos aparece una vaca lechera delante en las condiciones más improbables de la historia… No somos conductores perfectos, y hay accidentes.
Que exista un organismo oficial que de apoyo a las familias de las víctimas en los primeros momentos tras el accidente me parece fundamental y muy de agradecer. Con todo, lo que siempre esperamos y deseamos es que no existan accidentes ni víctimas mortales, ni una sola.

Fuente: Revista Circula Seguro

Nota de la Dirección de SEGVIAL BOYACÁ: en la Politica Pública Departamental de Seguridad Vial para Boyacá (Ordenanza 025 de septiembre 14 de 2010) existe la Línea Estratégica de "Atención a víctimas de  accidentes de Tránsito". En este escrito, originado en la revista Circula Seguro, se encuentra la fuente de inspiración para el diseño y ejecución de Planes estraégicos de Acción sobre el tema (proyectos específicos y acciones) con el fin de hacer funcional eficientemente lo establecido en el Plan Departamental de Seguridad Vial 2010-2016 (ya estamos en el 2012). 

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miércoles, 13 de junio de 2012

En Circula Seguro, glosamos los sistemas de seguridad *

Posted: 16 May 2012 06:50 AM PDT
Glosario de seguridad del vehículo
“Airbag”, “cinturón de seguridad”, “dirección asistida” son algunos conceptos relativos a los avances tecnológicos en la seguridad del vehículo que a ninguno de nosotros nos resultan extraños. Si hablamos de ABS, ESP y otras siglas como el HAC, el BAS o el EDL, ya entramos en un terreno algo más críptico, aunque a algunos de esos extraños nombres ya nos hemos ido acostumbrando después de verlos escritos y a fuerza de oír hablar de ellos.
Sin embargo, ¿sabemos cómo funciona cada uno de los sistemas que representan esas denominaciones? ¿Desde cuándo se emplean en los vehículos? ¿A quién se le ocurrió la idea de poner en marcha tal o cual avance para proteger al conductor, a sus acompañantes o a los peatones? ¿Qué suponen para el conductor? ¿Debe hacer algo en especial si el coche lleva uno u otro sistema?
En Circula Seguro nos formulamos a menudo preguntas como estas, y a partir de mañana intentaremos resolverlas con una sección semanal que quiere ser un Glosario de seguridad del vehículo. Resumiremos con palabras que puedan ser entendidas por todos lo imprescindible para comprender cómo funcionan y por qué funcionan así los diferentes sistemas de seguridad del automóvil.
Poco a poco, iremos dando cuenta de esas nomenclaturas que, además, en muchos casos reciben un nombre diferente según el fabricante que incorpora el sistema a sus vehículos. Hablaremos un poco de todo: tanto de sistemas de seguridad activa, que evitan la colisión actuando antes de que se produzca, como de sistemas de seguridad pasiva, que aminoran los daños derivados de una colisión protegiendo a las personas implicadas.
Tenemos por delante una tarea que nos llevará un tiempo, porque la lista de mejoras en materia de seguridad que incorporan los coches hoy en día es larga, afortunadamente para todos. Además, si se os ocurre algún sistema de seguridad que queráis que glosemos, no tenéis más que pedírnoslo a través de nuestro formulario de contacto.
Os esperamos mañana con nuestra primera entrega de este Glosario de seguridad del vehículo, que tratará sobre el sistema antibloqueo de frenos, más conocido como ABS.
Posted: 16 May 2012 01:35 AM PDT
Autobuses desfasados
El autobús es a partes iguales un ejemplo de seguridad vial y de inseguridad vial. Esta frase puede que marque para siempre mi futuro, pero lo veo de esta forma: si el autobús es considerado el medio de transporte por carretera más seguro, ¿cómo es posible que en estos vehículos no haya forma humana de ajustar un asiento para niños homologado? Y aún más, ¿cómo podemos sentirnos seguros cuando nos abrochamos un cinturón que sabemos que es, a todas luces, insuficiente para retenernos en caso de accidente?
El autobús, amor y odio a partes iguales. Quitando mi historia personal, en la que contaría cómo algunos autobuses dejan a las doncellas de hierro en mantillas en cuanto a comodidad, más de una vez me he parado a pensar cómo un cinturón de dos puntos podría sujetarme a mi, varón de 100 kilos (subestimados generosamente) y más de 1,85 m en caso de accidente y mientras la educada persona que va delante mía reclina su asiento todo lo que da de sí, y un poquito más. Mi respuesta más optimista es que sujetar, lo que se dice sujetar, puede ser. Pero de ahí a salir indemne va un largo trecho.

¿Por qué los autobuses son el medio de transporte más seguro en carretera? Respuesta: porque las estadísticas dicen que sufren menos cantidad de accidentes por kilómetro recorrido. Y cada año, el total de muertos que viajaban en un autobús que sufrió un accidente es pequeño, muy pequeño comparado con el coche o la moto. En realidad a mi me importa bien poco todo este enfoque simplista de que la media de muertos es pequeña. Los muertos no son números, eran personas. Y las personas tienen familias.
Estimo demasiado la vida como para pensar que, bueno, la probabilidad de sufrir un accidente es escasa y a las estadísticas me remito. Oiga, sí, pero no estoy dispuesto a considerar que, en caso de vuelco o de accidente, las probabilidades de sufrir percances serios o salir con vida son muy escasas. Prefiero saber que, aunque en coche haya más probabilidades de tener un accidente, tengo más recursos para salir con vida. No se si me explico. El caso del avión es similar: “No, si el avión es el medio de transporte más seguro de la Tierra”, “Efectivamente, menos cuando se estrella.”

El transporte escolar

Autobús escolar
Si para un adulto la seguridad en el autobús (hablo del autobús interurbano, o al menos, no hablo del autobús urbano típico) es de todo menos tranquilizante, para un niño preferiría no pensarlo. Pero hay que hacerlo. Vengo de leer un extenso artículo sobre la problemática real de la seguridad infantil en los autobuses que los transportan al colegio, y me cuesta creer la dificultad que existe a la hora de plantearse mayor seguridad en ese medio de transporte.
Hablamos de que nuestros hijos pueden viajar en un medio en el que no van sujetos (cuando en el coche estamos obligados a tener SRI homologados y en regla), en el que posiblemente van jugando y no sentados tranquilitos, y en el que, realmente, los puntos en donde podría impactar el infante tienen de todo menos seguridad.
Os aseguro que este artículo tiene mucho interés y mucha miga, aquí voy a resumir brevemente lo que me parecieron los puntos más importantes:
  • La homologación de las butacas de los autobuses es incompatible con la de los SRI, de tal modo que la butaca se doblará ante un impacto estándar antes que el SRI, cuando debería proteger a la silla.
  • La mayoría de los autobuses en circulación y dentro de su vida comercial no tiene cinturones de seguridad. Los que sí tienen disponen de cinturones de dos puntos. En ninguno de esos asientos es posible fijar un SRI, en ningún caso.
  • Para homologar un SRI para coche se utiliza el mismo estándar, mientras que en el caso de los autobuses habría que homologar cada SRI para cada tipo de butaca, anclaje al suelo, etc…
  • El diseño de las butacas está pensado para adultos, por eso las zonas de impacto son diferentes para la mayoría de los adultos que para la mayoría de los niños.
  • Las estadísticas (que mencioné de pasada más arriba) hablan de pocas muertes al año, pero ¿qué pasa con las heridas y secuelas de golpearse contra objetos (bandejas, colgadores, ceniceros,…) en caso de golpe o frenazo brusco?
  • La ley y la multa. “Hasta que no me multen, no lo pondré” y otras variantes bastante conocidas por todos en un país (y sociedad en general) en el que no se toman medidas hasta que sucede la catástrofe. No se previene, se reacciona.
Me parece un tema muy serio, muy extenso y con tantos matices que,. seguro, no he podido concentrarlo todo en un simple artículo. Ahora os toca el turno a vosotros, ¿creéis que la normativa es realista? ¿Pecamos de exceso de celo en nuestros coches particulares pero nos da igual lo que pase en medios de transporte más masivos como el autobús o el tren? ¿Es la misma seguridad vial, o es otra diferente?

Fuente: revista Circula Seguro

viernes, 8 de junio de 2012

Encuesta por una formación teórica obligatoria *

Posted: 22 May 2012 10:00 PM PDT
Aula de teórica
Seguramente muchos de los que nos congregamos en Circula Seguro estamos de acuerdo en que la formación vial sobre la base de una adecuada educación vial es una parte muy importante para que exista una buena seguridad vial. También estaremos de acuerdo en que esa formación no tiene en la actualidad toda la calidad que podría llegar a tener.
Somos muchos quienes opinamos que la formación teórica de los futuros conductores debería tener algún punto de obligatoriedad para asegurar un cierto resultado efectivo. El rumbo que ha llevado la inexistencia de esa obligación de ir a clase ha motivado en buena parte que muchos conductores hayan aprendido lo que saben apenas superando unas simples preguntas de test.
Este fin de semana pasado el presidente de la CNAE explicaba que ha propuesto a la DGT incluir en los planes de estudio 10 clases obligatorias sobre Seguridad Vial. También la asociación de víctimas de tráfico Vida en la Carretera pidió que hubiera una formación mucho más exhaustiva, en este caso con un amplio plan formativo que se debería desarrollar en los cursos de Educación Primaria y ESO.
Hoy presentamos sin embargo una iniciativa que implica a los ciudadanos de una forma mucho más directa. Se trata de una encuesta que lleva a cabo Sebastián Sánchez, un profesor de formación vial, director de autoescuela, psicólogo clínico y formador de profesores que está decidido a llevar la enseñanza a un plano diferente con el objetivo de reducir la siniestralidad vial desde la formación.
Aula de teórica
Su idea es aunar esfuerzos para que sea obligatorio realizar un mínimo de clases presenciales en la fase teórica para la obtención de los permisos de conducir en los centros de formación de conductores, a la vez que quiere potenciar argumentos que avalen la vital importancia de la formación teórica permanente de los conductores. Porque de poco sirve que un alumno salga bien formado si con el tiempo no actualiza sus conocimientos y destrezas en una actividad sometida a tantos cambios – y tan importantes – como es la circulación de vehículos.
Pero para conseguir que esto salga adelante, Sebastián Sánchez precisa un poco de ayuda de la ciudadanía; esto es, necesita participación en la encuesta que ha preparado con la ayuda de un formulario de Google Docs. Se trata de contestar con absoluta sinceridad (si no, de poco vale) a una batería formada por 10 preguntas que tienen que ver con los siguientes puntos:
  • el valor del proceso de enseñanza-aprendizaje realizado por un profesional,
  • la importancia de que la formación teórica no acabe en la obtención del permiso de conducción, sino que se mantenga a lo largo de la vida del conductor de forma permanente.
Sebastián Sánchez necesita tener un universo suficientemente representativo para poder utilizar los datos. Por eso, pide que colaboremos con él. No hay que dar datos personales más allá de los estrictamente necesarios para poder procesar la información con un mínimo de rigor: sexo y edad, provincia, nivel de estudios y relación con el mundo de la conducción.
El resto son unas preguntas donde no hay opciones buenas ni malas, sino que cada uno debe responder lo que considere oportuno. Cuantos más datos de calidad pueda recopilar, mayor calidad tendrá su propuesta de que exista una adecuada formación teórica en las aulas que se convierta en una garantía de movilidad segura para todos.

Fuente: Revista Circula Seguro

miércoles, 6 de junio de 2012

La formación en Seguridad Vial laboral, conocida por sólo un 12 % de los trabajadores*

Posted: 27 May 2012 09:00 PM PDT
Transporte de mercancías
Hace unos días, os transmitíamos la invitación de asistir al Seminario Internacional PRAISE sobre Seguridad Vial en el trabajo, y ahora reiteramos el interés de este tipo de ciclos formativos para acabar con un problema que hemos conocido gracias a un estudio desarrollado por la CNAE y Fesvial: sólo el 12% de los trabajadores afirma haber recibido formación en la empresa sobre seguridad vial laboral.
Si tenemos en cuenta que en 2010 el 35 % de la siniestralidad laboral mortal se debió a causas del tráfico, con un 67 % de los casos como siniestros in itinere y el 33 % restante como siniestros in misión, no hay duda de que estamos ante un problema de riesgo vial que tiene buena parte de su base en la falta de formación y concienciación de los trabajadores.
Pongamos las cosas en su contexto. El descenso en las cifras de mortalidad vial durante los últimos años es un hecho evidente, y ese descenso es un logro de toda la sociedad. También las empresas van integrando la seguridad vial como parte de sus acciones formativas en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.
Siniestro vial laboral
Sin embargo, aún hoy uno de cada tres siniestros laborales mortales se producen por causas que tienen que ver con el tráfico. Por eso, este es un objetivo prioritario para reducir al máximo la influencia del tráfico en esta parcela de la seguridad laboral. Los trabajadores muestran una gran sensibilidad ante la siniestralidad vial, que es un problema importante para el 90 %. Además, el 60 % de los trabajadores piensan que los desplazamientos en vehículo privado conllevan el riesgo de sufrir un siniestro.
Es decir, hay preocupación y sensibilización entre los trabajadores. El escenario es óptimo para lograr una adecuada prevención. Según dos de cada tres trabajadores, la implicación de las empresas en la seguridad vial de sus empleados contribuiría a evitar que se produjeran tantos siniestros viales laborales.
Entre las acciones que las empresas pueden llevar a cabo para prevenir estos accidentes, según los trabajadores, predomina una clara preferencia por la formación y la información. Un 70 % piensa que las empresas deberían introducir la seguridad vial en sus planes de prevención y tratarla como una parte más de la seguridad laboral, y más de la mitad opina que los profesores de formación vial serían una buena opción para impartir formación de seguridad vial en las empresas.
Sin embargo, sólo un 12 % de los trabajadores reconocen haber sido formados en este sentido, principalmente sobre temas de velocidad y distracciones al volante por ser estos los principales factores concurrentes en la siniestralidad vial. Un 75 % de los trabajadores que recibieron la formación quedaron satisfechos o muy satisfechos, y consideran las clases útiles y prácticas en un porcentaje similar.
Con todo, los temas que mayor interés suscitan entre los trabajadores a la hora de recibir información y formación de seguridad vial laboral por parte de sus empresas son la conducción eficiente y la normativa vigente. Otros asuntos a considerar son los consejos básicos, el estrés, la fatiga y los neumáticos.
Quizá en términos relativos las cifras de mortalidad vial asociadas al entorno de la empresa no sean tan elevadas como se pueden encontrar en otros escenarios, pero si estamos de acuerdo en que una sola muerte al volante es absurda, reconoceremos que la prevención en materia de Seguridad Vial laboral es una tarea que compete a todos: desde las administraciones hasta las empresas pasando de manera ineludible por los propios trabajadores. 

*Fuente: revista Circula Seguro

¿Qué es la potencia? (1) *

Posted: 30 May 2012 12:50 PM PDT
A día de hoy, muchas veces la potencia aún se mide según el número de caballos necesarios para proporcionar la misma potencia
La palabra potencia está íntimamente ligada al mundo del motor. Lo oímos y decimos por todas partes. Sin embargo, como ocurre con todos aquellos vocablos de origen científico que han inundado la vida cotidiana, a menudo no somos del todo conscientes de lo que realmente significa la palabra.
La finalidad de esta humilde miniserie de artículos sobre la potencia es echar mano de las definiciones más básicas de Física para repasar el significado del concepto, y ver como afecta al comportamiento del vehículo. Y, además, ejemplificar las explicaciones con un par de cálculos sencillos; realmente sencillos.
Aviso, de entrada, que los cálculos no se centrarán en describir con precisión en casos concretos de la realidad. Eso sería imposible en el limitado espacio del que disponemos (la excusa de Fermat); y, además, muy aburrido. Buscaremos, ante todo, ejemplificar.
Acostumbramos a relacionar la potencia con dos características del vehículo: su velocidad punta y su aceleración. La velocidad punta, como su nombre indica, se refiere al máximo ritmo de avance que el coche es capaz de alcanzar. Por contra, la aceleración indica lo rápido que el vehículo es capaz de aumentar su velocidad.
Son conceptos diferentes. Un vehículo podría tener una velocidad punta increíble, pero tardar una eternidad en alcanzarla. Es decir, tener una aceleración muy pequeña.
Sí, es cierto que ambas propiedades del vehículo dependen de su potencia, entre otros factores. Sin embargo, la dependencia es más directa en el caso de la aceleración. Doblar la potencia implica doblar la aceleración; sin embargo, la velocidad punta aumenta solo en un 40% aproximadamente.
Dicho de otra forma, si multiplicamos la potencia por cuatro, la aceleración se incrementa en la misma proporción, pero la velocidad punta solamente se duplicaría.
Máquina de vapor
Bueno, basta de introducción. Miremos al libro de Física a los ojos, y mientras el viento arrastra un helecho esférico, atrevámosnos a preguntarle ¿qué es la potencia?
La potencia mide la cantidad de energía que un cuerpo transmite a otro por cada unidad de tiempo.
Por lo tanto, hablar de potencia implica tener dos cuerpos, donde el primero transfiere energía al segundo. En nuestro caso, podemos decir que es el motor quien transfiere energía a la carrocería. Finalmente, dicha energía se utiliza para transformase en energía cinética. Es decir, en movimiento.
Fijaos, además, que la definición se refiere la tasa de transferencia de energía; no a la energía total. Un cuerpo puede transmitir muchísima energía a otro, pero si lo hace de forma muy lenta, la potencia será baja.
Dicha transmisión de energía se efectúa a través de una fuerza. En efecto, el motor (a través del sistema de transmisión, y finalmente de las ruedas) ejerce una importante fuerza de tracción sobre el resto del vehículo. Parece obvio pensar que, cuan mayor sea la fuerza, mayor será la potencia transmitida.
De hecho, es así. Resulta que la potencia transmitida se puede calcular simplemente multiplicando la fuerza por la velocidad del vehículo, P = F v.
Es decir, una misma fuerza transmite una cantidad mayor de potencia cuanto más rápido se mueve el vehículo. O, dicho al revés, para efectuar una misma fuerza es necesario proporcionar una cantidad superior de potencia cuando el vehículo se mueva a gran velocidad. Esta es la principal causa por la que es necesario incrementar mucho la potencia para aumentar de forma significativa la velocidad punta.
Armados con todo esto, y simplemente recordando la segunda ley de Newton, ya estamos listos para hacer los pequeños cálculos de ejemplo que os prometí. Pero eso lo haremos mañana, no es cuestión de abusar.

*Fuente: Revista Circula Seguro

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lunes, 4 de junio de 2012

Los niños aburridos en el coche, como factor de riesgo *

"Posted: 19 May 2012 10:00 PM PDT
Niños divirtiéndose en el coche Niños divirtiéndose en el coche
Una de las vertientes de la Educación Vial tiene que ver con la educación de los acompañantes. De estos, los niños son especialmente sensibles a los viajes en coche. De una encuesta encargada por la empresa de navegadores TomTom se deduce que en España los niños aguantan 25 minutos de trayecto hasta que se empiezan a aburrir.
La encuesta se llevó entre el 1 y el 19 de marzo de 2012 en Alemania, Australia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos y Reino Unido. Para elaborarla, se preguntó a cerca de 3.000 madres (el estudio habla de “madres”) con niños de 2 a 8 años. El resultado para el 41 % de las conductoras está claro: estar en el coche con los niños estresa mucho más que estar en la oficina.
Y hablamos de trayectos cotidianos de no más de 30 minutos de duración. Eso sí, los niños no tenían ningún tipo de entretenimiento añadido al del propio viaje, como un reproductor de DVD o una consola de juegos o un libro de cuentos. El viaje en sí mismo se les hace pesado. De media, soportan 27 minutos antes de empezar a preguntar el temido “¿cuánto falta?”
Por países, el aburrimiento empieza antes en Australia, donde 23 minutos se convierten en una eternidad para los más pequeños, mientras que los niños más pacientes se encuentran en el vecino país de Nueva Zelanda, donde aguantan nada más y nada menos que 34 minutos antes de empezar a pensar que el viaje se les está haciendo demasiado largo:
Niños aburridos en el coche
De promedio, los viajes de vacaciones suelen superar las cinco horas de duración. En ese tiempo conviene que padres y madres cuenten con recursos suficientes como para hacer frente a la aventura de viajar con niños en el coche. El estudio revela que el 74 % de las madres inventa juegos, el 52 % ofrece tratos y recompensas y el 24 % directamente se inventa la estimación de la hora de llegada.
Algunas actividades que pueden hacer pasar el aburrimiento son juegos sencillos, como las adivinanzas, el veo-veo, contar coches de tal o cual color, contar chistes o cantar canciones. También podemos recurrir a pasatiempos algo más elaborados, como un tres en raya pintado con lápiz sobre papel, un juego del ahorcado o el siempre socorrido “pinta y colorea”.
Si con todo eso no basta por la edad del niño o por el motivo que sea, siempre nos quedará la posibilidad de usar un DVD portátil, un juego de mesa magnético o un juego comercial en edición de bolsillo, que son idóneas para pasar el rato mientras llegamos a destino. En cualquier caso, conviene recordar que el amenizador del niño debe ser uno de los acompañantes, y jamás el conductor."

Fuente: Revista Circula Seguro