El problema de la accidentalidad vial no es sòlo de control policivo ni de grado de escolaridad; es de educación vial, cultura y ética privada.
Boyacá incurre en enormes costos sociales y económicos cada vez que ocurre un siniestro vial que bien pudiera prevenirse.
Es imposible poner a cada conductor un policía para que lo vigile y prevenga tantos comportamientos negativos sobre las vías, causando cuantiosos daños y dolores intensos.
En Boyacá se necesita más ética vial de todos por razones de salud pública y de economía general y familiar. ¿Cómo hacer para lograr esto, en las condiciones actuales?
La ilustración fotográfica fue "scaneada" del periódico "Boyacá 7 días".
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