viernes, 8 de octubre de 2010

"EL MIMO DE LA NOCHE MADRILEÑA, UN DILEMA QUE TENGO"


Fuente: Observatorio SEGVIAL BOYACÁ (oct/2010).
Distractores del tránsito
 "He visto la noticia sobre un mimo que, aprovechando el ambiente de la noche madrileña, se lanza a las calles, literalmente hablando, y representa una performance que implica cortes de tráfico para que el buen hombre convierta las calzadas de la capital en su particular escenario lúdico y en su fuente de ingresos mientras anda por la zona.
Y ahora tengo un dilema, y es que no sé yo si he perdido mi sentido del humor y me ha ganado el espíritu del mal genio, si soy un poco exagerado o qué, pero no acabo de verle la gracia a lo que hace este personaje: meterse entre coches y motos, encaramarse a lo alto del camión de la basura o tirarse al suelo dejándose una pierna en el asfalto, mientras el público allá congregado jalea sus improvisaciones.
¿Hay alguien que pueda ayudarme?
En el vídeo se explica que el mimo ha tenido ya algunos problemas con la Policía, imagino que porque a los señores de la gorra les falla, como a mí, el sentido del humor y no ven qué gracia tiene impedir la normal circulación de los vehículos e, incluso, colocarse a tal distancia de ellos que un simple fallo por parte de algún conductor podría desembocar en un buen susto para todos.
No exagero. En un minuto y medio de grabación que apenas muestra unos segundos de sus acciones veo varias escenas que me llevan a pensar: “¿qué necesidad tienen esos conductores de que el mimo les haga esquivarlo? Será porque me paso el día viendo peatones que se tiran encima del coche mientras el alumno, que todavía confía en la existencia de leyes, me pregunta con la mayor de las ingenuidades por qué no esperan su turno para cruzar.
Será por eso, o quizá no, pero si yo estuviera circulando por ahí, no me haría puñetera gracia que un tipo se me tirara encima del coche para arrancar una carcajada a aquellos que lo miran. Ni que se me tirara encima, ni que se me pusiera por en medio, ajeno por completo a mi derecho a la libre circulación. Será que me hago viejo y maniático, no sé.
Estoy de acuerdo en que hace ya un tiempo que se ha ido instaurando el “todo vale”, que es una de esas consignas que, empleadas con acierto, te eximen de todo y no te piden nada a cambio. Pero creo honestamente que tiene que existir un punto en el que todos, como sociedad, nos planteemos si las cosas no se están saliendo un poco de madre. Y hacer del “todo vale” un espectáculo para que uno se lucre y muchos le rían la gracia me parece, como mínimo, cuestionable.
Pero luego me lo miro con otros ojos y entiendo que el hombre no tiene otro modus vivendi, que él hace lo que puede con tal de sobrevivir, y que eso es lo que hay.
Y de ahí mi dilema. Como decía antes, ¿hay alguien que pueda ayudarme?"

Nota de la Dirección Segvial Boyacá. Este texto fue tomado de la Revista española Circula Seguro (28/08/2010). La escena descrita se repite en varias calles de las ciudades boyacenses, afectando negativamente la movilidad vehicular y peatonal, y generando inseguridad vial.

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