jueves, 7 de noviembre de 2013

SOBRE LOS CICLOCARRILES *

Posted: 16 Oct 2013 01:01 AM PDT
la foto 520x390 ¿Animan los ciclocarriles a moverse en bici por la ciudad?
En Madrid hemos conocido ya prácticamente todo tipo de vías ciclistas. Al principio se hicieron carísimas y horribles aceras bici, quitando espacio a los peatones y hasta peligrosas de utilizar. Luego los carriles bici fueron mejorándose, y salvo por las invasiones constantes de motos, taxis, personal de limpieza y policías, el carril de Mayor-Sol-Alcalá no está del todo mal.
Sin embargo, parece que la crisis se hace notar, y las próximas vías ciclistas ya no serán aquellas infraestructuras con obra de semanas: ahora consisten en pintar en el carril de coches más a la derecha de la calle un icono de bicicleta y un número 30, llevando el espíritu de las ciclocalles a un solo carril: con eso se crea un ciclocarril, es decir, un carril destinado a los usuarios de bicis en el que se supone que la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora. En En bici por Madrid lo explican mucho mejor.
Y decimos “se supone” porque, como podemos comprobar simplemente obervando unos minutos la calle Alcalá, absolutamente nadie lo cumple. Los coches van a la misma velocidad que en los demás carriles. El ciclocarril en la práctica es un carril más, solo que con unas bicis dibujadas en el pavimento. Un espacio en medio de la calzada, porque suele tener un carril de coches a su izquierda y el carril bus a su derecha, que resulta hostil para el ciclista porque a ambos lados pasan vehículos más rápido que él. De hecho, incluso algunos conductores creen que la limitación de 30 solo afecta a las bicis.
El mayor problema del ciclocarril es que solo anima a ser utilizado por quienes ya se atreven a moverse en bici por la ciudad. ¿Somos capaces de imaginar que alguien que jamás se haya movido en bici por Madrid se va a atrever a hacerlo de un día para otro utilizando un carril en medio de la calle de Alcalá por el que los coches van a 50 kilómetros por hora sin problema alguno? Sí, en varias ocasiones hemos comentado que ir en bici por Madrid no es tan difícil como parece, el factor del riesgo percibido es muy importante para vencer esa reticencia a coger la bici de alguien que no lo ha hecho nunca. Y los ciclocarriles no parecen servir para ello.

Diferencia entre un ciclocarril y una ciclocalle

Una ciclocalle es una vía de un solo carril en la que la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora y cuenta con señales que informan a los conductores de la presencia de ciclistas. De esta forma se calma el tráfico, la calle es más habitable y resulta más fácil y segura para todos, ciclistas incluidos.
Las ciclocalles son una buena idea, pero en vías con varios carriles, tal vez se podría optar por otras soluciones más valientes en vez de un ciclocarril, que no altera el status quo del automóvil en Madrid como modo privilegiado. Por ejemplo, se podría optar por una solución ya experimentada en París: un carril bici protegido a la izquierda del carril bus. Esto serviría para evitar invasiones a la bici. En la mayoría de calles de varios carriles, los de los coches son excepcionalmente anchos, por lo que se podrían estrechar algo para ganar sitio para el de bici, haciendo que de paso se calmase la velocidad: con carriles muy anchos, es más fácil acelerar sin control. Contar con un carril propio no es ser excluido del resto de la calle, sino una decisión pragmática que ayuda a proteger al ciclista y le premia con un espacio propio a cambio de moverse de forma sostenible, como sucede con el bus.
Captura de pantalla 2013 10 14 a las 10.13.41 520x252 ¿Animan los ciclocarriles a moverse en bici por la ciudad?
Hace unos años, el Ayuntamiento de Madrid prometió cambiar la Ordenanza de Movilidad para permitir que las bicis utilizaran el carril bus-taxi-moto. Visto en perspectiva, tal vez la bici no encaje dentro del carril bus: aunque puede adelantarlos a causa de sus paradas, llevar un vehículo tan grande delante o detrás mientras pedaleas siempre es incómodo y quita mucha visibilidad al ciclista. Sin embargo, un espacio a su lado puede ayudar a darle visibilidad y la suficiente protección como para animar a todos aquellos que están pensándose moverse en bici sin restar espacio a los demás medios sostenibles.
En todo caso, cada calle debe analizarse y buscar una solución concreta, pero no parece que un invento como los ciclocarriles, limitación de velocidad que solo afecta a un carril, sea la mejor idea para atraer nuevos ciclistas a nuestras calles.

Fuente: ecomovilidad.net Madrid

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