lunes, 18 de febrero de 2013

¿Tráfico denso o retenciones esporádicas?*


Atasco en Glencoe por francisco.j.gonzalez
La circulación de vehículos algunas veces se presenta un tanto extraña y sin saber aparentemente el motivo. Me refiero cuando en nuestro trayecto al volante no entendemos o desconocemos el motivo en la lentitud de los vehículos que nos preceden. La pregunta que nos hacemos: ¿por qué frenarán tanto? Algunas veces, cuando vamos al volante, asociamos la afluencia de tráfico por la hora punta, por algún evento puntual, la ocurrencia de algún accidente o avería de algún vehículo y otras veces, no es así. En parte, nos olvidamos del comportamiento al volante de algunos conductores que, sin querer, provocan esta situación.
El factor humano es influyente en la conducción, es decir, la conducta de algunos conductores es la principal causa de que se produzcan las retenciones esporádicas y en consecuencia los atascos. En tal caso, podríamos decir que el tráfico denso es motivado por la afluencia de vehículos en un punto determinado o cuando la capacidad de la vía resulta insuficiente y las retenciones esporádicas se producen por algún contratiempo en el que interviene la conducta del usuario de la vía. Pero… además, existen otros factores. Vamos a verlos.

El extraño caso del atasco de tráfico fantasma

Es el título de una noticia que leí hace unos días sobre el estudio que realizan dos expertos de tráfico tras observar desde una grúa elevada la circulación de vehículos por una autopista y la forma de producirse los atascos. Una explicación que dan y que al mismo tiempo puede verse al final del vídeo tras una simulación animada o virtual:

Bueno, además de no creer en los fantasmas, pienso que no hace falta subirse a las alturas para sacar la conclusión a todo esto que estamos comentando. Entre otras cuestiones porque en Circula Seguro ya hablamos sobre este asunto. Toda una lista sobre el atasco pero fue Josep con su artículo, cómo evitar el efecto acordeón en la carretera el que nos aclaró muchas de estas cuestiones, al exponernos el problema, identificarnos los factores intervinientes y algunas medidas preventivas.
En tal caso, coincide el estudio de estos expertos y el de Josep con dos factores, también muy comentados: velocidad y distancia de seguridad de los vehículos como determinantes en la ralentización y aceleración de la corriente circulación de vehículos. Por tanto, es la conducta de los usuarios al volante la que finalmente define o explica el motivo previo a la situación de intensidad de vehículos que puede llegar a ser circunstancial o temporal.
El efecto final es que aunque quien provocó el atasco puede seguir adelante sin problemas, puede que haya generado un atasco monumental detrás de su vehículo con sus acciones. ¡Ah, qué mundo más injusto el de las autopistas!
En definitiva, una cuestión de velocidad o de proximidad entre vehículos ni es fortuita ni es indeterminada, por tanto, tiene su explicación. Una disminución de velocidad o una maniobra consistente en utilizar el sistema de frenado cuando vamos al volante debemos de justificarlo, es decir, no podemos frenar simplemente por pegarnos demasiado al vehículo de delante, por ejemplo. Si realmente vamos atentos no tendremos esa necesidad, en tal caso, con no acelerar, con anticiparnos ante cualquier imprevisto del vehículo que va delante, ya tenemos suficiente, ¿no os parece?

*Fuente: Revista Circula Seguro

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