Los taxistas en Bogotá durante su jornada nocturna paran en distintos puntos de la ciudad donde se agrupan sobre la vía para dormir, descansar, esperar un servicio y algunos de ellos aprovechan para ingerir licor.
El Distrito en los últimos cinco años reporta la cifra de 900 taxis inmovilizados porque sus conductores se encontraron en estado de embriaguez mientras prestaban el servicio. Particularmente en los últimos dos años el incremento de casos fue del 48%.
Los 146 casos de taxistas en estado de embriaguez reportados por la Secretaría de Movilidad con cifras de la Policía Metropolitana en 2010, responden a una preocupación del concejal Felipe Ríos sobre la ausencia de control de los taxis en los retenes de alcoholemia instalados por la policía sobre todo en las zonas de rumba de la ciudad.
A propósito, el cabildante afirma que “si el distrito trabaja en programas para que la gente no maneje cuando consume licor y estimule el uso del taxi, también es necesario poner los ojos sobre el transporte público individual para prevenir estas situaciones”.
El concejal Felipe Ríos, en un trabajo de campo, constató la venta de aguardiente por media botella y un cuarto por algunas de las conocidas en el medio de los taxistas como las “tinteras”, ellas aseguran que en los días de fin de semana pueden vender hasta 12 cuartos de aguardiente. Cada zona puede tener entre cuatro y ocho “tinteras”.
Un video grabado por Ríos constató que en los retenes de alcoholemia visitados durante un día viernes no se paró un solo taxi a pesar de la disponibilidad de agentes en el punto.
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- Fuente: Diario EL ESPECTADOR del 13 de mayo de 2011
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